viernes, 28 de octubre de 2011

Plan B

¿Qué es Plan B?

Es un plan de estudios sugerido para llevar a cabo en tres años compuesto por 23 libros. Está dirigido principalmente a laicos que quieran preparase para servir mejor a su Señor (No damos certificado) y de igual manera lo pueden hacer lideres o pastores que así lo deseen. El objetivo principal de Plan B es proveer a todos aquellos que por tiempo, dinero un oportunidad no puedan estar en un seminario o instituto bíblico del conocimiento básico a fin de que en el ejercicio de la predicación, al final no solo expongan bien la Palabra sino que cuenten con el contenido, con el fondo, con el sustento para sus mensajes. La premisa que nos debe guiar es que nada remplaza a las Escrituras, por lo tanto todos estos textos que se sugieren deben ser estudiados a partir de la misma y no hacer una simple lectura de los mismos. 

Muchos de nosotros hemos predicado por años y contamos con algo de experiencia. Ahora de lo que se trata es de prepararnos mejor teniendo como aliados a la disciplina y la dedicación. Cada uno controla y maneja su tiempo. La meta es poder dedicarle seis horas semanales a Plan B e indefectiblemente cultivar y sostener una vida devocional.

Una de las ventajas de Plan B es que todos los textos estarán disponibles para descargar de internet. De hecho la mayoría ya se encuentran en la red. Si Ud mi hermano está en capacidad de comprarlos haga su biblioteca de Plan B. Algunos de estos libros ya no se consiguen en librerías. 

Plan B contara con una Biblioteca Virtual de Consulta. 

Para los que quieran hacer Plan B con la asesoría de Bereano, iniciamos en Marzo de 2.012. Los que quieran desarrollar Plan B solos lo pueden iniciar ya y consultar cuando lo deseen lo que tiene que ver con la metodología de estudio. 

Aquellos que quieran iniciar esta linda experiencia con el Señor, les invito a escribirme a: bereano20@gmail.com y con gusto le estaremos guiando en el proceso. 

Pueden descargar el plan de estudios de: 

http://www.mediafire.com/?xmj954ok9auh1n5
 
Dios les bendiga

jueves, 27 de octubre de 2011

Llevar Fruto: El Propósito Central De La Vida Por Daniel Zuccherino Texto Bíblico: Juan 12.20-26a

“Y había unos griegos entre los que subían a adorar en la fiesta; éstos, pues, fueron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaban, diciendo: Señor, queremos ver a Jesús. Felipe fue y se lo dijo a Andrés; Andrés y Felipe fueron y se lo dijeron a Jesús. Jesús les respondió, diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado. En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, produce mucho fruto. El que ama su vida la pierde; y el que aborrece su vida en este mundo, la conservará para vida eterna. Si alguno me sirve, que me siga; y donde yo estoy, allí también estará mi servidor; si alguno me sirve, el Padre lo honrará”. (Biblia de la Américas) Una pregunta fundamental que debemos hacernos como cristianos es: ¿qué vamos a hacer con nuestra vida?¿Qué quedará, con valor eterno, de nuestro paso por este mundo cuando ya no estemos aquí?.¿Cuál es el propósito de mi vida como cristiano?Podemos responder, basados en la Escritura, que el propósito central de nuestra vida es llevar fruto para la gloria de Dios: y que todo lo demás es secundario. Nuestra obra y palabra serán juzgadas a la luz del fruto que produjeron.Veamos algunos aspectos que surgen del pasaje leído, los cuales nos permiten saber en qué consiste llevar fruto y cómo es posible hacerlo.

1. Mostrar a Jesús. (v. 21)

El pasaje describe la siguiente escena: El señor Jesús se presenta con sus discípulos en la celebración de una fiesta religiosa, a la cual también han acudido ciertos griegos.

Más allá de que si se trataba de judíos de origen griego o directamente gentiles griegos que habían abandonado su culto politeísta y pagano y reconocían al Dios único, el Dios de Israel, lo cierto es que estos griegos representan muy bien a la gente en general, a aquellos del mundo que se encuentran en una búsqueda sincera del Señor. Representan a las naciones que le fueron prometidas al Hijo de Dios desde antes de que el mundo fuese (Salmo 2).

Estos griegos se acercan con un ruego, un clamor: quieren “ver a Jesús”.
Cuán apropiado es que como pueblo de Dios entendamos nuestra razón de ser: nuestra competencia de llevar fruto se medirá por lo que la gente alcance a ver en nosotros del carácter de Cristo! Nuestro propio carácter no puede llevar fruto espiritual permanente.

El mundo de hoy día, escéptico con la religión y a la vez abierto a todo lo alternativo: “Nueva Era”, ocultismo, etcétera, este mundo posmoderno no podrá ser convencido por nuestros argumentos: debemos, como pueblo del Señor, manifestar a Cristo y su poder, a Cristo y su carácter. El mundo no quiere oír hablar del Amor de Dios, pero sí espera verlo manifestado entre nosotros y extendido al mundo en general.
Los griegos del relato bíblico clamaban por ver a Jesús, pues percibían que no representaba al sistema religioso, la religión institucional, las largas “palabrerías” de los escribas y los fariseos, sino que hablaba con autoridad, obraba milagros y aparecía comprometido con Dios hasta la muerte.

Tu familia (tus hijos, tu esposa, tu esposo), tus vecinos, tus compañeros del lugar donde trabajas, ¿pueden ver a Cristo en tu vida?.
No podemos llevar fruto hasta el momento en que la vida de Cristo se encarne en nosotros. No llevaremos fruto por simplemente hablar. Lo que predicamos debe encarnarse en nosotros.

Los griegos del relato bíblico podían vislumbrar que este hombre era mucho más que palabras: El Verbo, la Palabra de Dios, se había hecho carne (Juan 1.14).

En este punto nos preguntamos: ¿qué debo hacer para que la vida de Cristo se encarne en mí? La respuesta es sencilla y tremenda a la vez.

2. Morir para vivir (v. 24)


Cristo explica la naturaleza de su misión. Anuncia: “Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado”.

Lo que afirma a continuación se aplica primordialmente a él (él es el Redentor que muere para que obtengamos vida) pero, por extensión se aplica en sus demás aspectos a nosotros, sus seguidores.
“Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo, pero si muere lleva mucho fruto”.

¿Qué es morir? ¿Qué significa para nosotros la figura del grano de trigo que cae a tierra y muere?. Luis Palau ha explicado que cada vez que mi voluntad se cruza o contrapone con la voluntad revelada de Dios y yo elijo obedecer a Dios, aunque humanamente me desagrade, me duela o me perjudique, el grano de trigo cae a tierra y muere. Es la muerte a los intereses personales, al prestigio de este mundo, a los planes y proyectos propios. Es poder confesar con el Apóstol Pablo: “Con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” (Gálatas 2.20a).

Es formativo el ejemplo que el Señor Jesús nos presenta. Si el grano no cae a tierra, se conserva, siempre será identificable. Será un grano ahora y por muchísimo tiempo, solo uno. Se han hallado semillas en excavaciones arqueológicas, por ejemplo en las pirámides egipcias. Esas semillas, luego de miles de años no han perdido su individualidad pero tampoco han producido nada.

El egoísmo es, en la vida espiritual, el gran obstáculo que evita la rotura del grano. Sin rotura, sin quebrantamiento no habrá fruto.
El grano, cuando cae a tierra, se va desintegrando, pierde su individualidad, en un sentido ese grano se va a perder, pero al cabo de los años ha originado miles y miles de semillas.

Cristo, en la última cena, antes de ser entregado: “Habiendo tomado pan, después de haber dado gracias, lo partió y les dio, diciendo: esto es mi cuerpo que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.” (Lucas 22:19)

Hacer memoria del Señor no es solo participar de la cena sino también romper nuestro egoísmo y entregarnos sacrificialmente por nuestros hermanos.

Desde Abraham en adelante, oír el llamado de Dios y obedecerlo implica salir sin saber a dónde va uno, despojándose y dejando de lado el proyecto propio de vida, es la decisión de que nuestro yo muera para que Cristo viva en nosotros.

3. Conversión de nuestros valores (v. 25)

Encarnar en nosotros la vida de Cristo significa una conversión que no se limita a lo que creemos doctrinalmente, sino que revoluciona y transforma nuestra concreta forma de vida, nuestros valores.

Amar la vida de este mundo y seguir a Cristo resulta incompatible.

¿Cuáles son tus prioridades y tus objetivos en la vida? La respuesta a esa pregunta responde exactamente a la cuestión de que si amas la vida de este mundo o la aborreces por causa de Cristo; o sea, si has muerto o no, para que la vida Cristo se encarne en la tuya; si el grano de trigo ha caído a tierra o permanece intacto y estéril.

Que Cristo esté en nosotros y con nosotros en eso consiste la vida abundante (Juan 10.10), lo demás solo resultará en vacío, vanidad y muerte.

¿Qué será de ti al final de tu vida cuando se haga el balance final? Lo único que permanecerá en esa hora será el fruto que hayas podido llevar en el poder del Espíritu Santo para la gloria de Dios.

En Juan 17, cuando la cruz era inminente, Cristo, el Señor, se regocija, no en los milagros, no en la enseñanza en sí misma (esos eran medios, pero no el fin) sino en las vidas salvadas, formadas y  conducidas: en el fruto.

La vida de aquellos que te reconocen autoridad espiritual (tus hijos físicos y espirituales) son tu tesoro y tu objetivo. Cooperar con la obra del Espíritu Santo para su desarrollo y formación en Cristo es tu tarea: ellos constituirán el fruto. Es una tarea con responsabilidades individuales pero que abarca a toda la comunidad de fe y solo puede cumplirse en su seno.

4. El que lleve fruto tendrá la honra del Padre (v. 26)

Cuando todo haya pasado, cuando nosotros no estemos en este mundo, cuando este mundo también haya pasado, ¿qué otra cosa será valiosa?

El Padre honrará a quienes hayan llevado fruto, lo demás, el prestigio y la opinión humana, habrán dejado de ser.

El mundo habrá pasado y sus deseos, pero el que haya hecho la voluntad de Dios permanecerá para siempre.

En el centro de la voluntad de Dios para nuestra vida está el que llevemos fruto. Alguien dijo: “la vida es como una moneda, podemos gastarla como queramos, pero solo una vez podemos gastarla”

¡Que Dios nos ayude a invertir nuestra vida, a “perderla” en el concepto del mundo, de tal modo que seamos el grano de trigo que cae a tierra y muere y así consigamos llevar mucho fruto! Amén.

El propósito central de nuestra vida es llevar fruto para la gloria de Dios: y que todo lo demás es secundario.

Tomado de: http://www.desarrollocristiano.com/articulo.php?id=2390&c=all

miércoles, 26 de octubre de 2011

Cuando El Desahucio LLega A Casa–Conferencia Del Dr Jorge Atiencia

Excelente predicación. Les recomiendo escucharla. De mucha edificación, además de una palabra de sanidad para el alma y el corazón. Es un tema para la Iglesia en general.

Pueden descargarla de:

http://www.megaupload.com/?d=3ZU78VG0

Dios les bendiga

jueves, 13 de octubre de 2011

Serie 1 De Timoteo – Enfoque Hacia El Ministerio De La Predicación (Conferencias En Audio Por Jorge Atiencia)

Todos ustedes están autorizados a utilizar este material citando su autor solo con la restricción de que no se puede reproducir en radio (Incluye radio por internet) y televisión.

Son Cinco conferencias:

1. Ejemplo

2. Guarda

3. Encarga

4. Persiste

5. Predica

Lo pueden descargar en:

http://www.megaupload.com/?d=2AH67L5A

Que este material sea de su máximo provecho.

Dios les bendiga

martes, 11 de octubre de 2011

En Su Presencia (Conferencias en Audio) Por Jorge Atiencia

Todos ustedes están autorizados a utilizar este material citando su autor solo con la restricción de que no se puede reproducir en radio (Incluye radio por internet) y televisión.

Son Tres conferencias:

1. En La Presencia Del Rey

2. En La Presencia De Dios

3. En La Presencia Del Maestro

Lo pueden descargar en:

http://www.megaupload.com/?d=SXIIY9XC

Que este material sea de su máximo provecho.

Dios les bendiga

Jesus Modelo De Predicador (Conferencias en Audio) Por Jorge Atiencia

Todos ustedes están autorizados a utilizar este material citando su autor solo con la restricción de que no se puede reproducir en radio (Incluye radio por internet) y televisión.

Son cuatro conferencias:

1. La Persona I

2. La Persona II

3. La Predica

4. La Predicación

Lo pueden descargar en:

http://www.megaupload.com/?d=P6F8DEUT

Que este material sea de su máximo provecho.

Dios les bendiga

jueves, 6 de octubre de 2011

Jesús El Socialista

La primera percepción que podemos tener al leer este artículo, probablemente es negativa por razones obvias. Las experiencias históricas del socialismo y sus gobiernos en las diferentes partes del mundo no han dejado una buena huella, más bien dolor y atraso, lo que al final constituye todo lo contrario del ideal socialista el cual es el beneficio del pueblo en general. La causa de estos intentos fallidos es sin lugar a dudas el carácter de sus líderes. Líderes que se han beneficiado del poder y que apenas lo ostentaron se olvidaron de su gente.

¿Por qué Jesús el socialista?. En primer lugar Jesús se identificó no solo con su pueblo (El judío) sino con la humanidad entera, se preocupó por sus necesidades y suplió sus anhelos. Estuvo aquí en la tierra para cumplir una misión y la llevo a cabo con lujo de detalles. Lucas 4:18-19 dice:

El Espíritu del Señor esta sobre mi,

porque me ha ungido para anunciar el evangelio a los pobres.

Me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos,

y la recuperación de la vista a los ciegos;

para poner en libertad a los oprimidos;

para proclamar el año favorable del Señor.

Jesús como líder no defraudo ni nos defraudara nunca. Como maestro fue único y como modelo impecable. Jamás impuso una idea y fue crucificado por no usar la fuerza (Aunque la tenía) ni el poder para imponerlas. El vino a conquistar el corazón de los hombres, a invitarlos a que entraran en su Reino. Los que le siguieron y los que hoy le seguimos lo hacemos por convicción y de manera voluntaria. Él nos enseñó el amor como principio rector de la vida. El amor hacia El para entregarle nuestra vida y el amor al prójimo para convivir en medio del servicio, la ayuda mutua, la solidaridad y el perdón. Todos los hombres con base en el amor se asisten y se ayudan, se levantan unos a otros de manera espontánea y sincera. En este ambiente se da la convivencia ideal con tolerancia total y se forma la sociedad ideal.

En contraste con lo que en la práctica ha sido un socialismo mal aplicado. Las ideas se imponen, aquellos que no están de acuerdo son perseguidos y aislados, se oprime al pueblo y al prójimo buscando el beneficio de pocos en detrimento de los demás. Lo anterior se debe al carácter corrupto de los hombres, de los gobernantes de los líderes. No inspiran al pueblo y en cambio lo subyugan.

He aquí la gran diferencia entre Jesús y los demás. Jesús es transparente, honesto, sincero, con verdadero interés por la gente, por el pueblo y lo demostró colocando su vida por nosotros. Los hombres corruptos de hoy jamás se sacrificaran por nadie, nunca tendrán verdadero interés por la gente pero si la usaran para sostenerse en el poder con base en el engaño y sometiéndolos a la ignorancia.

Jesús: El Verdadero Socialista, aquel que vio al hombre en su miseria y lo levanto, le dio nueva vida y le mostro el amor y el perdón de Dios. Los invito a que vayamos a los brazos del buen samaritano: Jesús, a El de verdad le interesas.

Dios les bendiga

sábado, 1 de octubre de 2011

Serie 1 De Juan (Conferencias en Audio) Por Jorge Atiencia

Todos ustedes están autorizados a utilizar este material citando su autor solo con la restricción de que no se puede reproducir ni en radio (Incluye radio por internet) y televisión.

Son seis conferencias sobre 1 De Juan:

1. El Verbo

2. El Abogado

3. El Amante I

4. El Amante II

5. El Verdadero

6. El Victorioso

Lo pueden descargar en:

http://www.megaupload.com/?d=CQB329KV

Que este material sea de su máximo provecho.

Dios les bendiga

Mateo El Sucio Marcos 2:13-17

Introducción: Una de las cosas más difíciles para el hombre es reconocer. Reconocer que esta equivocado, reconocer sus errores, reconocer ...