Introducción:
Una de las cosas más difíciles para el hombre es
reconocer. Reconocer que esta equivocado, reconocer sus errores, reconocer que
tiene una enfermedad. La razón para no querer reconocer una realidad tiene que
ver con la angustia por perder el estatus, con la angustia de que mi imagen se
vea deteriorada, con el miedo a ser cuestionado y humillado. Es la intención de
no mostrarme vulnerable. Y es que al final el reconocer algo es un acto de humillación
y nadie quiere humillarse.
Este es el caso de los escribas y fariseos de la
historia. Jesús representaba para ellos la necesidad de reconocer que no eran
lo que decían que eran y que eran mas pecadores que aquellos a los cuales
acusaban.
Aforismo: Si no reconozco mi suciedad jamás podré
disfrutar de la sanidad. (Ser limpiado).
Si no reconozco mi pecado nunca voy a poder ser
limpiado.
Para efectos de comunicación sucio es igual a
publicano y pecador.
Veamos la secuencia.
Exegesis:
El episodio más impactante que narra
Marcos en la capitulo 1 es la liberación de un endemoniado, el segundo es la
sanidad de la suegra de Pedro y el tercero la de un leproso. Era tanta la
revolución que había causado que dice Marcos ya no podía entrar abiertamente en
la ciudad y mucho menos en las sinagogas. Comenzó entonces a predicar en la
orilla del mar y en lugares desiertos. Y es precisamente a orillas del mar que
enseñaba Jesús a las multitudes que iban y venían (Varias de las antiguas rutas
del mundo antiguo cruzaban por Galilea y una de ellas pasaba por Capernaum). Caminando se encuentra con Mateo quien ejercía
una de las funciones mas odiadas por los judíos que era la de cobrador de
impuestos y le invita a seguirle. ¿Por qué era Mateo tan odiado? ¿Por qué
era Mateo el sucio?
Para los judíos:
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El sucio estaba tan contaminado ceremonialmente como un leproso.
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Eran moralmente corrompidos.
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Eran avaros.
A un hombre que representaba lo que ellos
consideraban lo peor, a ese Jesús llama, lo invita a unirse a él.
¿Por qué Mateo le sigue?
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Posiblemente Mateo era un hombre que estaba aburrido con su vida.
-
Seguramente Mateo quería una nueva vida. Uno de los significados de la
palabra levantándose en el texto es: “Resucitar de entre los muertos”.
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No era muy agradable ser publicano.
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El mensaje de Jesús toco su corazón. Muy seguramente lo comparo con lo
que los religiosos de su época le ofrecían.
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Toma una decisión sin reversa. Unirse a Jesús como su discípulo.
¿Qué hace Mateo?
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Organiza un banquete.
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Invita a sus futuros excolegas (A los sucios) para que conozcan a Jesús.
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La reunión tenía un motivo misionero.
¿Qué miran los religiosos?
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La baja reputación de los invitados (Sucios).
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Lo pecadores que eran. (Dedicados al pecado, lo sucios que eran).
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Su desobediencia a la ley moral y ritual.
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Que Jesús se relacionaba y comía con ellos corriendo el riesgo de
contaminarse.
¿Qué hacen los religiosos?
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Quejarse. (Quejarse con señalamiento)
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Cuestionar.
Para ellos Jesús era muy “blando”. Se relacionaba
y comía con los sucios sin señalar el pecado.
¿Cómo era el tema con Jesús?
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Lo que los escribas y fariseos no tuvieron en cuenta es que para
sentarse con Jesús hay que abandonar primero los pecados y luego seguirlo.
-
Es muy posible que Mateo haya hecho este banquete pensando en que sus
colegas se sentían igual de vacíos que él y querían una vida nueva. Lo que hace
es presentarles a quien se las puede dar. A Jesús. Mateo se da cuneta que Jesús
interpreta su necesidad y lo lleva donde los necesitados.
¿Qué dice Jesús?
-
Ustedes no tienen necesidad de medico sino los enfermos. No tienen
necesidad de ser limpiados porque no están sucios. No he venido a llamar a
justos (Los que se creen limpios) sino a pecadores (Los sucios) al
arrepentimiento. (Los señala de vuelta).
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Él no había venido a curarlos a ellos, ni a llamar a los que eran justos.
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Ellos estaban satisfechos con su propia suciedad.
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Se creían superhéroes luchando contra el pecado.
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Ellos no se consideraban enfermos.
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Ellos no se consideraban injustos.
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Ellos eran ciegos y sordos. No entendían.
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En contraste, los sucios necesitados eran bienvenidos a la limpieza que
el maestro ofrecía.
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La gran diferencia entre publicanos y pecadores con escribas y fariseos
es que estos últimos no reconocían su necesidad de Jesús, no reconocían su
suciedad. Le seguían los sucios, no los limpios. Ese era el concepto de los religiosos
de la época.
-
La gran diferencia era que las publicanos y pecadores querían una vida
nueva, querían ser limpios, querían salir de la suciedad mientras que los
escribas y fariseos no.
Resonancia:
¿Qué le dice este pasaje a la Iglesia de hoy? Lo
comunicare con cuatro R. Hablemos de regreso, rutina, retorno y respeto.
1.
Regreso.
-
El llamamiento de Mateo y sus amigos, es un llamamiento para estar
limpios, un llamamiento a dejar la suciedad.
-
La primera de las posibilidades que tiene alguien que ha sido limpiado
es regresar a su estado inicial, es decir, ensuciarse de nuevo.
-
Es ensuciarse aún más que lo que estaba en su estado inicial.
-
¿Es ese nuestro caso?
-
¿Necesitamos una limpieza profunda de nuevo?
-
Lo mas importante: ¿Reconozco que necesito ser limpiado?
-
“Si no reconozco mi suciedad jamás podré disfrutar de la sanidad”
-
Si no reconozco que estoy sucio jamás poder ser limpiado.
2.
Rutina.
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La segunda de las posibilidades que tiene alguien que ha sido limpiado
es regresar otra vez a la suciedad, pero quizás o aparentemente menor que la
inicial.
-
Este estado representa a aquellos que una vez fueron limpiados pero que
se acostumbraron a vivir medio sucios.
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Es un estado donde se consienten algunas cosas que no están bien sin
sentirnos mal.
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Es un estado de convivencia con la suciedad, donde ya es rutinario estar
medio sucio.
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Es un estado donde el llamado ha sido distorsionado por la conveniencia.
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Es un estado donde ya no existe el sentimiento de culpa.
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Es un estado donde no siento vergüenza.
Aforismo: “Si no reconozco mi suciedad jamás podré
disfrutar de la sanidad”.
3.
Retorno.
-
Es la invitación del Señor en esta mañana.
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Retornar a la limpieza inicial. Aquella que recibimos cuando encontramos
a Dios con ilusión la primera vez.
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Retornar a la decisión de estar completamente limpios.
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Retornar al compromiso de no permitir la más mínima suciedad.
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Retornar al impulso inicial que nos llevo a seguir a Cristo.
-
Retornar al impulso inicial que nos llevo a tomar la decisión de dejarlo
todo por él.
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Retornar a la limpieza total sin temer a los cuestionamientos de los
religiosos.
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Retornar a la limpieza total superando nuestras propias conveniencias.
-
“Si no reconozco mi suciedad jamás podré disfrutar de la sanidad”
4.
Respeto
-
Para Jesús el sucio merece respeto.
-
Para Jesús el sucio requiere más de su atención que el que se considera limpio.
-
Si me siento moralmente superior que los demás no estoy entendiendo el
evangelio ni a Jesús mismo.
-
Si me siento en la capacidad de juzgar a los demás por considerarme
limpio no he entendido la misión.
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La cizaña convive con el trigo, pero el único que la juzga es el Señor.
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Jesús nos llama a considerar al sucio como digno de rescate. El sucio es
la oveja perdida. Si me considero de las 99, mi misión es rescatar a la que falta.
-
La actitud de superioridad frente a los demás también es suciedad.
Conclusión:
¿Con cuál grupo me identifico?
Soy de los que reconozco así sea delante de Dios
mi suciedad o soy de los que barren la suciedad debajo de la alfombra del
corazón acumulándola mientras me mata lentamente.
¿Cuál de las cuatro situaciones estoy viviendo?
-
Me ensucie de nuevo luego de comenzar a caminar con él.
-
Me acostumbre a vivir medio sucio y medio limpio.
-
Me encuentro hoy con la necesidad de reconocer que necesito ser limpiado
completamente para volver a él.
-
Me considero demasiado limpio para mirar al sucio.
“Si no reconozco mi suciedad jamás podré
disfrutar de la sanidad”
Si no reconozco mi suciedad jamás poder volver a
estar limpio.