El pueblo americano siempre ha sido altruista. El americano promedio dona al año una cifra mínima de US 1.000 o más. Para el año 2008, las donaciones alcanzaron la cifra de los 308.000 millones de dólares. Año a año esta cifra viene aumentando. Si bien es cierto, que mucho de este dinero es redistribuido dentro del mismo Estados Unidos y el mundo en el apoyo y ayuda a gente necesitada, alimentos, vivienda, etc, parte importante del mismo va a parar a los bolsillos de los fundadores, presidentes de organizaciones y ministros evangélicos, tan es así que los activos de las organizaciones religiosas de Estados Unidos suman hoy más de 10 billones de dólares. La tendencia es la de estimular atraves de distintas estrategias y razones la consecución de donaciones para mi propia organización o ministerio. Hasta aquí todo bien. ¿Qué ha pasado?: Ante tal cifra de donaciones y su crecimiento anual, el dinero se ha convertido en el atractivo y principal objetivo de las organizaciones religiosas. Por un lado pueden mostrar una labor social a nivel local o mundial, mostrar números de convertidos y por otro lado puedo vivir sobradamente bien, con lujos, excesos y excentricidades (Como la famosa predicadora que se compro un inodoro de aproximadamente US 23.000), solo con tener una fundación, organización o ministerio. ¿Entonces de que se trata?: Indudablemente se trata de dinero. Se trata de concentrar los esfuerzos en atraer la mayor cantidad de donaciones. El dinero ha hecho que se pierda la visión de la Iglesia, que se desvíen los objetivos y que en vez de predicar consagración, oración, vida espiritual, se predique prosperidad, todo con el fin de aumentar las donaciones. Hay que abarcar la mayor parte de la torta, hay que hacer mercadeo, hay que atraer el dinero. Las autoridades que vigilan las finanzas de los distintos ministerios en Estados Unidos, no han encontrado justificación en gran parte de los gastos en que ellos incurren. Muchos no han podido explicar que hicieron con las donaciones recibidas (Las desviaron comprando mansiones, aviones, los cuales colocan a su nombre). La explicación es sencilla, el gobierno quiere saber qué ha pasado con el dinero porque además las donaciones recibidas están libres de impuestos y al final lo que compran los ministros con esa plata también. Utilizan figuras para evadir aunque esto constituya evasión y fraude al gobierno (Mas temprano que tarde se destaparan todos). Desafortunadamente, vemos que en la predicación de hoy, se estimula más para que la gente de dinero que lo que se estimula para que la gente se consagre a Dios. América Latina y nuestros países no han sido ajenos, nos ha venido una avalancha de este tipo de predicación, de tal manera que hoy encontramos en nuestros países versiones en miniatura de los grandes predicadores multimillonarios de los Estados Unidos. “La raíz de todos los males es el amor al dinero”, “Muchos se han extraviado”, Que Dios nos ayude a permanecer fieles y a no caer en la tentación de abandonar la predicación del verdadero evangelio y adoptar la predicación de la teología de la prosperidad. Si tenemos éxito en nuestro ministerio y aumentan las finanzas, busquemos a Dios y permanezcamos pegados a Él, conservemos la humildad y no perdamos la visión de la cruz. “Ya no vivo yo, Es Cristo quien vive en mi”. “En todo y por todo estoy enseñado, se tener abundancia como padecer necesidad, todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
Dios les bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario