Idea Central: Al desechar la inmundicia, nuestro corazón está apto para recibir la Palabra para luego ser practicada en nuestra vida.
INTRODUCCION:
Tardos para oír, para hablar y airarse. Prudencia
Templanza
I. Desechar
- Inmundicia y malicia.
- Preparar el corazón
- Limpiar el corazón.
Resonancia:
Vivimos en un mundo que ha desechado el bien.
Vivimos en un mundo al que le encanta la suciedad.
La iglesia no es ajena a esto. Es posible que muchos de nosotros hayamos desechado el bien y estemos prefiriendo la maldad.
Es hora de reaccionar.
II. Recibir
- Para recibir hay que oír.
- Con mansedumbre
Resonancia:
Vivimos en un mundo donde nadie quiere escuchar.
Vivimos en un mundo donde nadie quiere aceptar la opinión y mucho menos la corrección de otros (Incluyendo sus padres)
Vivimos en un mundo donde cada quien quiere hacer su voluntad.
¿Y la iglesia qué?
Escucha?
Recibe?
Es mansa?
Si nos miramos en este espejo. Que vemos?
III. Hacer
Oidores y hacedores
Cuando practicamos la palabra podemos ver en el espejo el rostro de un verdadero cristiano.
Resonancia:
En un mundo anárquico, que no se sujeta nada, la invitación de Dios para nosotros es a “HACER”.
Si hay algo en que la Iglesia de Hoy no pasa el examen es en el hacer.
Dios una y otra vez nos exhorta y seguimos igual.
El que todo esté bien no significa que Dios aprueba lo que estás haciendo con tu vida.
Romanos 2:4
CONCLUSION:
Bienaventurado
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