INTRODUCCION:
En este estudio miraremos los pasos que se deben dar en la vida cristiana para desarrollarnos como cristianos y alcanzar madurez desde la perspectiva teológica del Apóstol Pedro.
Observaremos que el punto de partida de la vida cristiana es la fe (2 Pedro 1:5; Romanos 10:8-10) y que su punto de llegada es el amor (2 Pedro 1:7), pero su escatología es la esperanza.
El Apóstol Pedro nos dice en su carta que al venir Cristo somos insertados en la naturaleza divina de Dios, como garantía para separarnos de la corrupción que existe en el mundo debido a la concupiscencia, pero a la vez el cristiano tiene la responsabilidad de poner diligencia en su crecimiento espiritual añadiendo a su fe los elementos propios para la madurez.
Entonces la fe según Pedro, no es un punto de llegada como algunos creen, sino es un punto de partida. Lejos de estar tranquilos y pasivos, el principio de fe en Cristo nos lanza a una interminable empresa ética y espiritual de aprendizaje teórico (Discipulado) y practico (Vivencia).
Al sugerir añadir, el apóstol utiliza el termino griego (epichorigeo), que significa “Unir a, proporcionar una cosa después de otra, de modo que no quede un vacío”. Este término se empleaba en el arte griego y en el sentido de “Dirigir el coro”. Quien dirigía la coral debía buscar las voces y añadirlas al coro hasta obtener una excelente coral para cantar una hermosa melodía. Pedro podría estar insinuando que los cristianos deben añadir los elementos que el menciona hasta el punto que la vida espiritual sea una hermosa alabanza para el Señor.
El apóstol no deja al azar lo que debemos añadir, sino que deja escrito en su carta los elementos que los cristianos deben añadir a su vida que son:
Virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia, piedad, afecto fraternal y amor.
I. VIRTUD.
Virtud se define como excelencia de vida, bondad moral, buen testimonio, también significa valor acrecentado en el cumplimiento del deber cristiano, a la vez el poder moral desarrollado al permanecer fieles en la prueba.
Excelencia de vida desde el punto de vista cristiano significa vivir bien. Es vivir bien por que se vive de acuerdo a los principios bíblicos. El manual del hombre, el cual hizo su creador es la Biblia y se vive excelente cuando se vive conforme a los principios establecidos en ella. Bondad moral significa la capacidad que Dios te da a través de su palabra de hacer lo bueno y lo que es correcto. Implica toda la ética del hombre.
Jesús es el mayor ejemplo de virtud.
Buen testimonio.
Lo testifico Dios Padre. Mt 3:17
Lo testificaron sus familiares. Jn 1:29; 2:5
Lo testificaron sus amigos. 1 Pd 1:19; Jn 20:28
Lo testificaron sus enemigos. Mt 27: 19, 24
Lo testifico el mismo Satanás. Mr 1:22-24
El Valor Acrecentado.
El valor de Cristo al enfrentar el sufrimiento para hacer la voluntad del Padre y no dejarse arrastrar de sus sentimientos es un gran ejemplo de virtud. Mt 26:38-39.
El Poder Moral.
Cristo enfrento al tentador con esa virtud interior de fidelidad y derroto a Satanás en su propio terreno, poniendo a un lado todas las ofertas del tentador y optando por su fidelidad a las escrituras manteniéndose fiel al Padre, al punto de que el cielo bajo para ponerse a su servicio. Mt 4:1-11.
La principal virtud de Jesús fue:
Mantenerse en el centro de la voluntad de Dios.
2. Mantenerse fiel a las escrituras.
Mantenerse fiel al plan que el Padre había diseñado para El.
II. CONOCIMIENTO.
El apóstol dice que a la virtud hay que agregar conocimiento, utiliza el termino gnosis y le agrega el prefijo epi, el cual significa “Conocimiento pleno, cierto, seguro y personal”.
En el proceso de fe, el aspecto cognoscitivo es de suma importancia ya que la fe antes de ser un suicidio intelectual es una apertura hacia la expansión del entendimiento acerca de Dios, de su obra y sus hechos, relatados en las escrituras.
La fe parte de los hechos de entendimiento (Hb 11:3), por que ella se construye sobre la verdad de las escrituras.
La fe antes de ser perturbadora del entendimiento es precursora de el, por que su base esta sobre la certeza y sobre la convicción, los cuales son ejercicios propios del conocimiento. (Hb 11:1).
El mismo Jesús dijo esto: “Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” (Jn 8:32). La fe cristiana no obra en la ignorancia ya que la ignorancia es su peor enemigo, la fe cristiana obra en el entendimiento de las escrituras, la fe cristiana no raya en lo absurdo pero tampoco se desespera en lo imposible.
Toda moral se apoya en un dogma, esto da como resultado la ética o virtud, no puede haber virtud si no hay formación del carácter.
La virtud de la vida cristiana esta ligada directamente a la formación de las escrituras, Pablo lo explica (2 Tim 2:16-17), cuando menciona el método pedagógico de las escrituras y su propósito: La Palabra enseña, redarguye, corrige e instruye en la justicia de Dios, para que el hombre sea preparado para toda buena obra.
El apóstol Pedro dice que a pesar de que el tuvo una experiencia audiovisual en el monte santo de Dios al lado de sus compañeros y que el mismo aprecio aquella Gloria, recomienda que lo mas seguro es la escritura a lo cual el dice que debemos estar atentos como una antorcha que alumbra en lugar oscuro. 2 Pd 1:16-21.
La Fe se construye sobre la verdad (El Conocimiento) de las escrituras.
No puede haber virtud sin formación del carácter. Esta se logra a través del conocimiento de las escrituras.
La escritura esta por encima de cualquier experiencia.
III. DOMINIO PROPIO.
Repasemos hasta aquí la escalera hacia la madurez, primero es fe, luego virtud, después conocimiento y ahora dominio propio.
En 2 Pd 1:6, dominio propio se define como continencia, templanza. Hay que anotar que la palabra griega que se utiliza en Segunda de Pedro es la misma que se utiliza en Galatas 5:23, o sea que el dominio propio tal como lo muestra la escalera de la madurez es consecuencia de la fe, la virtud y el conocimiento. Los tres escalones anteriores permiten desarrollar el fruto del Espíritu que es el dominio propio.
Según el contexto de Galatas 5, el dominio propio es la capacidad de dominar nuestros impulsos carnales. El dominio propio se antepone a las obras de la carne descritas en Galatas 5:19-21.
Como podemos ver el dominio propio es la templanza o fuerza interior que el Espíritu Santo deposita en el cristiano para el uso de las cosas licitas.
Es el don que tenemos de Dios para respetar las fronteras que El nos ha establecido.
El dominio propio es el que nos permite ser humildes cuando la mente no alcanza a entender y comprender los misterios divinos de las escrituras.
Es el que nos permite estar dentro del río del conocimiento de Dios sin salirnos de las riberas.
Es el elemento que acompañado de la virtud y el conocimiento nos permite decirle no a la tentación.
Es el freno que utiliza el jinete (Espíritu Santo), para sujetar la fuerza del caballo (La Persona), y conducirlo en la voluntad de Dios.
El dominio propio es el freno que nos sujeta y nos conduce en la voluntad de Dios.
El dominio propio se antepone a las obras de la carne.
El dominio propio pone control a nuestras pasiones.
IV. PACIENCIA.
En el idioma griego este termino indica “Firmeza en la fe durante la prueba y el sufrimiento”.
La Paciencia es un fruto del Espíritu Santo al igual que el dominio propio; mientras que el dominio propio nos ayuda a resistir la tentación, la paciencia nos ayuda a soportar la prueba y el sufrimiento, esto con el propósito de que no salgamos ni resentidos ni amargados de ellas.
En la vida cristiana es importante aprender el ejercicio de la paciencia ya que el camino hacia la madurez lo haremos entre el llanto y la risa.
Si buscas un ejemplo de paciencia encontrarás el mejor de ellos en la cruz. Dos cosas son las que nos dan la medida de la paciencia: sufrir pacientemente grandes males, o sufrir sin rehuirlos. Algunos males podrían evitarse. Ahora bien, Cristo en la cruz sufrió grandes males y los soportó pacientemente, ya que en su pasión "no profería amenazas; como cordero llevado al matadero, enmudecía y no abría la boca" (Hch 8:32). Grande fue la paciencia de Cristo en la cruz: "Corramos en la carrera que nos toca, sin retirarnos, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe: Jesús, que, renunciando al gozo inmediato, soportó la cruz, menospreciando el oprobio" (Heb 12:2).
La paciencia es la virtud que hace a las personas tolerar, comprender, padecer y soportar los contratiempos, las enfermedades, las carencias y limitaciones, los achaques y las adversidades con fortaleza, sin lamentarse; moderando las palabras y las actitudes para actuar de manera acorde a cada situación. Con las personas molestas, inoportunas o “lentas”, se puede caer en el error de fingir una actitud paciente, de dar la apariencia de escuchar sin alterarse ni expresar emoción, buscando escapar de la situación rápidamente con respuestas breves y un tanto cortantes, con indiferencia e insensibilidad ante el estado de ánimo de los demás.
Uno de los grandes obstáculos que impiden el desarrollo de la paciencia, es la impaciencia, esperar resultados a corto plazo, sin detenerse a considerar las posibilidades reales de éxito, y el tiempo y esfuerzo requeridos para alcanzar el fin. Cargarse con excesivas actividades produce ansiedad y prisa, de lo que resulta un amargo sabor de boca, de frustración y de mal humor por no terminar todo lo comenzado.
“Mejor que el fuerte es el paciente, y el que sabe dominarse vale más que el toma una ciudad” (Prov 16:32).
De acuerdo a lo que hemos visto, toma una hoja y escribe acerca de ti mismo con respecto a la paciencia, luego ora en compañía de tu maestro por todas aquellas cosas que deben mejorar en tu vida.
V. PIEDAD.
El termino indica “El reconocimiento de la dependencia de Dios”, es decir, la confesión de que la realidad humana sin Dios es torpe, es reconocer que somos pobres de espíritu, que necesitamos de Dios. Al reconocer nuestra necesidad humana y reconocer el favor de Dios, esto nos lleva al tributo de homenajear a Dios y convertir nuestra vida en un altar diario en vida devocional.
Piedad es buscar la comunión con Dios en reverencia, buscando conformarse a la voluntad de El, a través de una vida consagrada a El.
La Piedad se ha entendido, entre otras cosas, como amor y respeto hacia los padres y a las cosas sagradas. También se la ha utilizado y mucho como sinónimo de lástima, de compasión o misericordia. Sin embargo, en términos bíblicos, Piedad no es otra cosa que espiritualidad. De allí que, cuando se habla de un “varón piadoso”, no está hablando naturalmente de un buen señor que siente lástima de todo el mundo, sino de alguien conforme al Espíritu. ¿Suena mucho más coherente así, verdad? Y cuando se refiere a los impíos, (Que vendrían a ser los faltos o carentes de piedad), no se está refiriendo a delincuentes, como muchos de nosotros ha entendido y hasta ha enseñado, sino a personas que viven según su carnalidad. Esto es: según sus sentimientos, según sus emociones o según sus demandas corporales, físicas.
La verdadera piedad hace que el creyente realice los actos que son agradables a Dios. Las personas piadosas no pueden actuar de otra manera. Ellas se niegan a seguir las corrientes de este mundo. El espíritu de una persona piadosa es muy sensible al Espíritu Santo Para ella no es un sacrificio, sino un deleite agradar a Dios.
El termómetro para medir si somos piadosos o no es que tanto hacemos lo que le agrada a Dios en nuestra vida. Si nos oponemos rotundamente a la corriente de este mundo. Reflexionemos acerca de la piedad en nuestra vida.
En este estudio miraremos los pasos que se deben dar en la vida cristiana para desarrollarnos como cristianos y alcanzar madurez desde la perspectiva teológica del Apóstol Pedro.
Observaremos que el punto de partida de la vida cristiana es la fe (2 Pedro 1:5; Romanos 10:8-10) y que su punto de llegada es el amor (2 Pedro 1:7), pero su escatología es la esperanza.
El Apóstol Pedro nos dice en su carta que al venir Cristo somos insertados en la naturaleza divina de Dios, como garantía para separarnos de la corrupción que existe en el mundo debido a la concupiscencia, pero a la vez el cristiano tiene la responsabilidad de poner diligencia en su crecimiento espiritual añadiendo a su fe los elementos propios para la madurez.
Entonces la fe según Pedro, no es un punto de llegada como algunos creen, sino es un punto de partida. Lejos de estar tranquilos y pasivos, el principio de fe en Cristo nos lanza a una interminable empresa ética y espiritual de aprendizaje teórico (Discipulado) y practico (Vivencia).
Al sugerir añadir, el apóstol utiliza el termino griego (epichorigeo), que significa “Unir a, proporcionar una cosa después de otra, de modo que no quede un vacío”. Este término se empleaba en el arte griego y en el sentido de “Dirigir el coro”. Quien dirigía la coral debía buscar las voces y añadirlas al coro hasta obtener una excelente coral para cantar una hermosa melodía. Pedro podría estar insinuando que los cristianos deben añadir los elementos que el menciona hasta el punto que la vida espiritual sea una hermosa alabanza para el Señor.
El apóstol no deja al azar lo que debemos añadir, sino que deja escrito en su carta los elementos que los cristianos deben añadir a su vida que son:
Virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia, piedad, afecto fraternal y amor.
I. VIRTUD.
Virtud se define como excelencia de vida, bondad moral, buen testimonio, también significa valor acrecentado en el cumplimiento del deber cristiano, a la vez el poder moral desarrollado al permanecer fieles en la prueba.
Excelencia de vida desde el punto de vista cristiano significa vivir bien. Es vivir bien por que se vive de acuerdo a los principios bíblicos. El manual del hombre, el cual hizo su creador es la Biblia y se vive excelente cuando se vive conforme a los principios establecidos en ella. Bondad moral significa la capacidad que Dios te da a través de su palabra de hacer lo bueno y lo que es correcto. Implica toda la ética del hombre.
Jesús es el mayor ejemplo de virtud.
Buen testimonio.
Lo testifico Dios Padre. Mt 3:17
Lo testificaron sus familiares. Jn 1:29; 2:5
Lo testificaron sus amigos. 1 Pd 1:19; Jn 20:28
Lo testificaron sus enemigos. Mt 27: 19, 24
Lo testifico el mismo Satanás. Mr 1:22-24
El Valor Acrecentado.
El valor de Cristo al enfrentar el sufrimiento para hacer la voluntad del Padre y no dejarse arrastrar de sus sentimientos es un gran ejemplo de virtud. Mt 26:38-39.
El Poder Moral.
Cristo enfrento al tentador con esa virtud interior de fidelidad y derroto a Satanás en su propio terreno, poniendo a un lado todas las ofertas del tentador y optando por su fidelidad a las escrituras manteniéndose fiel al Padre, al punto de que el cielo bajo para ponerse a su servicio. Mt 4:1-11.
La principal virtud de Jesús fue:
Mantenerse en el centro de la voluntad de Dios.
2. Mantenerse fiel a las escrituras.
Mantenerse fiel al plan que el Padre había diseñado para El.
II. CONOCIMIENTO.
El apóstol dice que a la virtud hay que agregar conocimiento, utiliza el termino gnosis y le agrega el prefijo epi, el cual significa “Conocimiento pleno, cierto, seguro y personal”.
En el proceso de fe, el aspecto cognoscitivo es de suma importancia ya que la fe antes de ser un suicidio intelectual es una apertura hacia la expansión del entendimiento acerca de Dios, de su obra y sus hechos, relatados en las escrituras.
La fe parte de los hechos de entendimiento (Hb 11:3), por que ella se construye sobre la verdad de las escrituras.
La fe antes de ser perturbadora del entendimiento es precursora de el, por que su base esta sobre la certeza y sobre la convicción, los cuales son ejercicios propios del conocimiento. (Hb 11:1).
El mismo Jesús dijo esto: “Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” (Jn 8:32). La fe cristiana no obra en la ignorancia ya que la ignorancia es su peor enemigo, la fe cristiana obra en el entendimiento de las escrituras, la fe cristiana no raya en lo absurdo pero tampoco se desespera en lo imposible.
Toda moral se apoya en un dogma, esto da como resultado la ética o virtud, no puede haber virtud si no hay formación del carácter.
La virtud de la vida cristiana esta ligada directamente a la formación de las escrituras, Pablo lo explica (2 Tim 2:16-17), cuando menciona el método pedagógico de las escrituras y su propósito: La Palabra enseña, redarguye, corrige e instruye en la justicia de Dios, para que el hombre sea preparado para toda buena obra.
El apóstol Pedro dice que a pesar de que el tuvo una experiencia audiovisual en el monte santo de Dios al lado de sus compañeros y que el mismo aprecio aquella Gloria, recomienda que lo mas seguro es la escritura a lo cual el dice que debemos estar atentos como una antorcha que alumbra en lugar oscuro. 2 Pd 1:16-21.
La Fe se construye sobre la verdad (El Conocimiento) de las escrituras.
No puede haber virtud sin formación del carácter. Esta se logra a través del conocimiento de las escrituras.
La escritura esta por encima de cualquier experiencia.
III. DOMINIO PROPIO.
Repasemos hasta aquí la escalera hacia la madurez, primero es fe, luego virtud, después conocimiento y ahora dominio propio.
En 2 Pd 1:6, dominio propio se define como continencia, templanza. Hay que anotar que la palabra griega que se utiliza en Segunda de Pedro es la misma que se utiliza en Galatas 5:23, o sea que el dominio propio tal como lo muestra la escalera de la madurez es consecuencia de la fe, la virtud y el conocimiento. Los tres escalones anteriores permiten desarrollar el fruto del Espíritu que es el dominio propio.
Según el contexto de Galatas 5, el dominio propio es la capacidad de dominar nuestros impulsos carnales. El dominio propio se antepone a las obras de la carne descritas en Galatas 5:19-21.
Como podemos ver el dominio propio es la templanza o fuerza interior que el Espíritu Santo deposita en el cristiano para el uso de las cosas licitas.
Es el don que tenemos de Dios para respetar las fronteras que El nos ha establecido.
El dominio propio es el que nos permite ser humildes cuando la mente no alcanza a entender y comprender los misterios divinos de las escrituras.
Es el que nos permite estar dentro del río del conocimiento de Dios sin salirnos de las riberas.
Es el elemento que acompañado de la virtud y el conocimiento nos permite decirle no a la tentación.
Es el freno que utiliza el jinete (Espíritu Santo), para sujetar la fuerza del caballo (La Persona), y conducirlo en la voluntad de Dios.
El dominio propio es el freno que nos sujeta y nos conduce en la voluntad de Dios.
El dominio propio se antepone a las obras de la carne.
El dominio propio pone control a nuestras pasiones.
IV. PACIENCIA.
En el idioma griego este termino indica “Firmeza en la fe durante la prueba y el sufrimiento”.
La Paciencia es un fruto del Espíritu Santo al igual que el dominio propio; mientras que el dominio propio nos ayuda a resistir la tentación, la paciencia nos ayuda a soportar la prueba y el sufrimiento, esto con el propósito de que no salgamos ni resentidos ni amargados de ellas.
En la vida cristiana es importante aprender el ejercicio de la paciencia ya que el camino hacia la madurez lo haremos entre el llanto y la risa.
Si buscas un ejemplo de paciencia encontrarás el mejor de ellos en la cruz. Dos cosas son las que nos dan la medida de la paciencia: sufrir pacientemente grandes males, o sufrir sin rehuirlos. Algunos males podrían evitarse. Ahora bien, Cristo en la cruz sufrió grandes males y los soportó pacientemente, ya que en su pasión "no profería amenazas; como cordero llevado al matadero, enmudecía y no abría la boca" (Hch 8:32). Grande fue la paciencia de Cristo en la cruz: "Corramos en la carrera que nos toca, sin retirarnos, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe: Jesús, que, renunciando al gozo inmediato, soportó la cruz, menospreciando el oprobio" (Heb 12:2).
La paciencia es la virtud que hace a las personas tolerar, comprender, padecer y soportar los contratiempos, las enfermedades, las carencias y limitaciones, los achaques y las adversidades con fortaleza, sin lamentarse; moderando las palabras y las actitudes para actuar de manera acorde a cada situación. Con las personas molestas, inoportunas o “lentas”, se puede caer en el error de fingir una actitud paciente, de dar la apariencia de escuchar sin alterarse ni expresar emoción, buscando escapar de la situación rápidamente con respuestas breves y un tanto cortantes, con indiferencia e insensibilidad ante el estado de ánimo de los demás.
Uno de los grandes obstáculos que impiden el desarrollo de la paciencia, es la impaciencia, esperar resultados a corto plazo, sin detenerse a considerar las posibilidades reales de éxito, y el tiempo y esfuerzo requeridos para alcanzar el fin. Cargarse con excesivas actividades produce ansiedad y prisa, de lo que resulta un amargo sabor de boca, de frustración y de mal humor por no terminar todo lo comenzado.
“Mejor que el fuerte es el paciente, y el que sabe dominarse vale más que el toma una ciudad” (Prov 16:32).
De acuerdo a lo que hemos visto, toma una hoja y escribe acerca de ti mismo con respecto a la paciencia, luego ora en compañía de tu maestro por todas aquellas cosas que deben mejorar en tu vida.
V. PIEDAD.
El termino indica “El reconocimiento de la dependencia de Dios”, es decir, la confesión de que la realidad humana sin Dios es torpe, es reconocer que somos pobres de espíritu, que necesitamos de Dios. Al reconocer nuestra necesidad humana y reconocer el favor de Dios, esto nos lleva al tributo de homenajear a Dios y convertir nuestra vida en un altar diario en vida devocional.
Piedad es buscar la comunión con Dios en reverencia, buscando conformarse a la voluntad de El, a través de una vida consagrada a El.
La Piedad se ha entendido, entre otras cosas, como amor y respeto hacia los padres y a las cosas sagradas. También se la ha utilizado y mucho como sinónimo de lástima, de compasión o misericordia. Sin embargo, en términos bíblicos, Piedad no es otra cosa que espiritualidad. De allí que, cuando se habla de un “varón piadoso”, no está hablando naturalmente de un buen señor que siente lástima de todo el mundo, sino de alguien conforme al Espíritu. ¿Suena mucho más coherente así, verdad? Y cuando se refiere a los impíos, (Que vendrían a ser los faltos o carentes de piedad), no se está refiriendo a delincuentes, como muchos de nosotros ha entendido y hasta ha enseñado, sino a personas que viven según su carnalidad. Esto es: según sus sentimientos, según sus emociones o según sus demandas corporales, físicas.
La verdadera piedad hace que el creyente realice los actos que son agradables a Dios. Las personas piadosas no pueden actuar de otra manera. Ellas se niegan a seguir las corrientes de este mundo. El espíritu de una persona piadosa es muy sensible al Espíritu Santo Para ella no es un sacrificio, sino un deleite agradar a Dios.
El termómetro para medir si somos piadosos o no es que tanto hacemos lo que le agrada a Dios en nuestra vida. Si nos oponemos rotundamente a la corriente de este mundo. Reflexionemos acerca de la piedad en nuestra vida.
VI. AFECTO FRATERNAL.
Este termino significa el amor expresado a un hermano en la fe. Indica la dependencia que tenemos como cristianos de la comunidad cristiana.
No se puede ser miembro la fe, separado del cuerpo que es la Iglesia, es en comunidad en donde yo puedo crecer y desarrollarme, es donde yo participo del afecto fraternal y de las fricciones para formar mi carácter; al igual que un niño necesita de un hogar para formar su carácter y su personalidad, el cristiano necesita la Iglesia para formar su estilo de vida.
La Iglesia es mi casa espiritual y ademas la madre que me amamanta. Dios es mi Padre, Jesucristo es mi hermano mayor y los miembros de la Iglesia mis hermanos, lo cual constituye mi familia espiritual.
No puedo dejar de congregarme por que esto hace parte de mi crecimiento y desarrollo espiritual para llegar a ser un adulto espiritual o maduro.
Dice Hebreos 13:1: Permanezca el amor fraternal. Pablo dice: Amaos los unos a los otros con amor fraternal (Ro12:10). Pero acerca del amor fraternal no tenéis necesidad de que os escriba, porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis unos a otros (1Ts 4:9).
Estos son textos todos conectados entre si y que nos invitan al afecto fraternal.
1 Pedro 1:22 : Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro.
El amor fraternal, nace en un corazón si prejuicios, donde no hay una intención sucia, o pecaminosa; manos limpias, condición de amor al prójimo; corazón limpio, una determinación de bendecir a otro, sin parcialidad, sin injusticia.
Con ese panorama, nosotros cristianos hemos de comprobar de qué manera estamos tomando el mandamiento ¿Cómo estamos amando al prójimo? ¿En forma desenfadada? ¿O nos dispondremos a hacerlo como Dios dice?
VII. AMOR.
El apóstol Pedro utiliza el termino Ágape, es el amor perfecto, el cual debe expresarse a Dios, al hermano, al prójimo, al enemigo, etc.
Es el amor que no tiene fronteras y que no distingue ni se detiene para amar.
El amor es la expresión máxima de la fe cristiana.
Mientras la fe es el punto de partida de la vida cristiana el amor es el punto de llegada.
Cuando una persona es capaz de amar como ama Dios, entonces es madura.
Gálatas 5:14: Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Obedecer o cumplir toda la ley, es algo que a todos debe preocuparnos. El Señor dice que toda la ley y los profetas dependen de dos mandamientos: amar a Dios y amar al prójimo; es la síntesis de toda la Biblia, ya que Pablo dice ahí que toda la ley en esta sola palabra se cumple; de modo que si eso es todo lo que tenemos que obedecer, este mandamiento es ineludible:
Amaras a tu prójimo como a ti mismo, quiere decir que, así como nosotros nos cuidamos, nos guardamos, nos protegemos, nos amamos, así justamente hemos de considerar y amar a cualquier ser humano alrededor nuestro. Un mandamiento que Dios firmó con su nombre y dejó escrito hace miles de años:
Levítico 19:18 : No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová.
Al amar se cumple toda la ley y el amor es lo único que no hace mal al prójimo. Santiago está de acuerdo en que el amor al prójimo no hace mal, al contrario, dice hacemos bien al cumplirla y le llama a este mandamiento la ley real :
Santiago 2:8-9: 8 Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis; 9 pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores. ¿Se da cuenta que no amar al prójimo es trasgresión y es pecado?
Antes de entender el amor, éramos como aquel intérprete de la ley que le dijo al Señor: "¿Y quién es mi prójimo?". Hoy, ya no tenemos que preguntar eso. Estamos comprometidos a mostrar a propios y extraños que amamos al prójimo y de ellos, el prójimo más importante ¿sabe usted cuál es? Mi familia, mi hermano, mis compañeros de trabajo, mi vecino, etc.
La madurez tiene tres señales:
La Fe: Que es el principio de la vida cristiana y expresa la relación con Dios.
El Amor: Es el atributo mas grande de mi vida temporal y cuida mi relación con mi prójimo.
La Esperanza: Es la que me pone en perspectiva de mi futuro con mi Señor.
CONCLUSION:
Como voy en la escalera. Recordemos los peldaños: Virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia, piedad, afecto fraternal y amor.
La escalera hacia la madurez nos va a permitir un fruto abundante. Cambios drasticos en nuestra vida. 8.
La escalera hacia la madurez te da vision de lo que Dios quiere que seas y te deja claro hacia donde vas. 9.
Haciendo estas cosas no caereis jamas. 10.
Por que de esta forma os sera otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno. 11.
Por esto no dejare de recordarles estas cosas y ojala nunca se les olviden. 12 y 15.
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