18 Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra .
19 Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones , bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
20 enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo .
Cuando leo este texto, encuentro una claridad total acerca de lo que Jesús quiere comunicar. El meollo del asunto está, en que siempre se ha tomado este texto para hablar sobre la obligación de la Iglesia de evangelizar. A simple vista, notamos que en ninguno de los versículos se menciona la evangelización, sencillamente porque Jesús no está hablando de ella. Jesús está hablando de hacer discípulos.
Por muchas cosas que se han malentendido y malinterpretado desde hace 40 o 50 años hacia acá, se ha manejado el concepto de la evangelización de multitudes como “La Gran Comisión”, en una escala más pequeña, la evangelización como tal. Esta evangelización se ha limitado más que todo al concepto de: “Ganar almas para Cristo”. Lo negativo de esto es que se ha dejado de lado el “Hacer discípulos”. Durante más de 20 años he visto los intentos de las Iglesias de establecer clases de discipulado y ha sido difícil por dos razones: La primera, muchos de nosotros como lideres aunque expresamos y decimos que hay que discipular, no lo hacemos o no estamos convencidos de la necesidad de hacerlo. De allí entonces, que el énfasis es llevar a personas a que hagan una decisión de fe y listo. En la mayoría de los casos el nuevo creyente se ha de defender solo y buscar como aprende.
Ahora, veamos el significado de la palabra discípulo y como se entendía en el contexto cultural en los tiempos de Jesús.
La palabra discípulo en el griego simple, significa “seguidor”. Ahondando en el significado encontramos también que significa “estudiante”, pero no cualquier clase de estudiante, la palabra denota aquí un tipo de estudiante ejemplar y dedicado. Ahora, para que haya discípulos debe haber maestros.
De acuerdo a lo anterior, que quiso decir Jesús con “Haced discípulos”.
“Vayan y busquen gente, háblenle de mi, enséñenle sobre mí, instrúyanlos, edúquenlos de tal manera, que se conviertan en los estudiantes mas aplicados y dedicados. Su materia y único tema de estudio soy YO y mi Palabra. Sean maestros ejemplares, den ejemplo, no enseñen solo la teoría. Muéstrenle al discípulo con sus vidas como es que YO actuaria en las diferentes situaciones. El objetivo es que estos discípulos sean también instruidos que sean capaces de llegar hasta el final, que rindan sus vidas a MI”.
Notamos la diferencia entre evangelizar y hacer discípulos?. Hacer discípulos, se constituye en la gran omisión de la Iglesia.
Miremos, la palabra “Hacer”: Es enseñar, instruir. Dos palabras con connotaciones iguales en un idioma y dichas una detrás de la otra hacen un énfasis. En este caso el énfasis de Jesús es contundente, tiene carácter de una orden, es un imperativo. Y sigue diciendo: “Enseñándoles”, otra vez enfatiza lo mismo.
Que guarden: Entre otros, el significado de guardar es, vigilar, estar alerta, cuidar. Que quiso significar Jesús: “El maestro o discipulador ha de estar pendiente de su alumno, del nuevo discípulo, vigilarlo y cuidarlo para que permanezca y continúe en el camino hasta que pueda ser el mismo un maestro y discipular a otros”.
Eusebio en su historia eclesiástica narra una historia hermosa. El apóstol Juan consigue un discípulo, inicia con él un proceso de educación, luego debe salir de Efeso y lo deja recomendado a alguien. Cuando regresa, encuentra que su discípulo ha vuelto atrás, se enoja con aquel a quien le había confiado su cuidado y va en busca de él hasta que lo encuentra y lo exhorta. Estos son los maestros que necesitamos en la Iglesia.
Esta es una de las principales razones por las que la Iglesia de hoy es tan débil en materia doctrinal. Es tan manipulable y dócil, nunca recibieron un discipulado, están en la Iglesia pero están en ignorancia, reciben y aceptan todo lo que oyen. Esto debe cambiar!.
Como era el discipulado en los tiempos de Jesús?
1. El discípulo tenía que tener un contacto personal con su maestro.
2. El discípulo tenía que escuchar atentamente las enseñanzas de su maestro
3. El discípulo tenía que estar pendiente de las actitudes, reacciones y palabras del maestro en su andar diario para imitarlo.
En lo que tiene que ver con la enseñanza, los discípulos se sentaban a los pies de su maestro. ¿Qué significaba estar a los pies del maestro?
1. Indicaba quien era superior.
2. Indicaba el reconocimiento por parte del discípulo de la autoridad del maestro en lo que este enseñaba.
3. Indicaba humildad y receptividad por parte del discípulo.
4. Indicaba (En el caso de Jesús con María), adoración por parte del discípulo.
Entendemos mejor ahora lo que quería decir Jesús cuando hablaba de discípulos y cuando nos manda a nosotros a hacer discípulos. Podemos preguntarnos si hoy hay maestros que inspiren eso en sus discípulos o si hay discípulos que muestren tal actitud hacia sus maestros. ¿Qué buscan los maestros de hoy?.
Reflexionemos y saquemos nuestras propias conclusiones.
Que Dios nos ayude a cumplir la Gran Comisión.
Dios les bendiga
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