miércoles, 18 de enero de 2023

El Amor y los Hechos Mateo 22:39

 

INTRODUCION:

 

En los últimos días me he venido cuestionando acerca del amor. La primera pregunta que ha rondado por mi cabeza es: ¿La Iglesia de hoy está mostrando su amor con hechos?

 

Y es que no se puede hablar de amor y no demostrarlo con hechos.

 

La segunda pregunta es: ¿A la Iglesia de hoy se le ha vuelto difícil practicar el amor que predica?

 

La tercera pregunta es: Frente a la advertencia de Jesús de que el amor se enfriaría causa de la maldad, ¿Estamos trabajando para que el amor no se enfríe en nuestros corazones?

 

Dejemos esas preguntas y las retomamos al final.

 

Exegesis:

 

Todos sabemos la definición de prójimo.

 

Jesús se encarga de incluir a todos los posibles prójimos: Vecinos, amigos, quien está a tu lado en la calle, un compatriota, un miembro de la comunidad y en general cualquiera que no sea como tú, que no piense como tú, que no tenga lo que tú, que no se vista como tú, que no sea del tu color, que sea de distinta ideología política que tú, etc.

 

El sentido de la frase amar al prójimo se puede entender en cuatro frases:

 

-          No discriminar a nadie.

-          Encontrar satisfacción teniendo buenas relaciones con los demás y eso incluye servir.

-          Valorar la amistad, apreciarla y cuidarla.

-          Hacer el bien al prójimo.

 

Los judíos de la época de Jesús tenían un gran problema:

 

Discriminaban a los demás por razones de tipo:

 

Religioso. Como buenos religiosos creían que Dios era de ellos

Social. Despreciaban y apartaban al pobre.

Físico. Despreciaban y apartaban al enfermo.

Político.

 

Y Jesús les dice: Amen a aquel que no pertenezca a su grupo religioso, amen al pobre y tengan cuidado de las viudas, acojan al enfermo y bríndenle su apoyo.

 

Las relaciones con los demás se basaban en que fueran como ellos. No aceptaban las diferencias. No había relaciones satisfactorias. Siempre estaban prestos a juzgar a los demás.

 

No se apreciaban las buenas amistades y hacer bien al prójimo no estaba a la orden del día. Más bien reinaba el egoísmo. (Parábola del Buen Samaritano).

 

En este ambiente era imposible que se manifestara el amor. El amor no aparecía. 1 Juan 4:8.

 

Podemos citar innumerables textos que dan fe de lo que digo.

 

Resonancia:

 

¿Dónde está la gente que ama al prójimo?

 

La discriminación es común. Se discrimina igual que en aquella época por razones de tipo religioso, social, político y aun físico.

 

Las buenas relaciones, las buenas amistades están escasas. Las redes sociales han desvirtuado las relaciones personales desvirtuándolas y desfigurándolas completamente.

 

Es espantoso ver como las supuestas amistades se terminan con peleas insólitas por Twitter o Facebook.

 

Hacer el bien al prójimo no está de moda.

 

Y quiero decir lo siguiente: “Amar al prójimo lo protege de nosotros”.

 

Resumo lo que la escritora Vivian Solís escribió en su libro milagros para todos:

 

“Amar es desarrollar la capacidad de dar; es aprender que el amor nunca es pasivo, siempre actúa”.

 

“Amar es decidir que el amor se convierta en nuestro estilo de vida”.

 

“Y para lograrlo hay que ir más allá de nuestro egocentrismo y ver más allá de nuestros estados emotivos y pensamientos pasajeros que nos hacen permanecer en el espejismo de que somos el centro del Universo y de que los otros existen para complacer y llenar nuestros vacíos e inseguridades”.

 

“Quizás por eso nuestra sociedad experimenta hoy un vacío que ha hecho crecer como nunca las estadísticas de enfermedades y perturbación, reflejo de la ansiedad y depresión que produce este vacío de Amor. Gran parte de la población mundial está enferma, desamparada, desolada, abandonada, enojada, viviendo en adicción y tristeza por falta de amor”.

 

Estamos en la época donde la soledad es común, aunque estemos rodeados de mucha gente.

 

La cura para un mundo enfermo es el amor no un gobierno.

 

Y quiero terminar con varias preguntas que usted mismo va a responder. Quiero aclarar por si las moscas que he decidido por mi salud mental y espiritual sustraerme de todo debate o discusión inútiles en cuanto a lo que viene se refiere.

 

¿La polarización política que vive el país y que ha penetrado la Iglesia, está enfriando el amor? Para mí la respuesta es sí.

 

¿Es la misión del cristiano ser un activista político? No

 

¿Es justo que el cristiano sacrifique se testimonio como sal y luz por razones políticas? Por ejemplo, maltratando a sus hermanos.

 

¿Qué es lo indicado? ¿Ser sal y luz o ser un activista político?

 

¿Sera que estamos perdiendo nuestra identidad como ciudadanos del reino de los cielos?

 

La Iglesia primitiva sufrió las consecuencias de no amoldarse a la religión y no estar de acuerdo con la política de su época. Nunca pretendió el poder y mantuvo su testimonio.

 

Nunca cambio sus principios.

 

¿Estamos construyendo o destruyendo?

 

Cuánta gente perjudicada, cuánta gente destruida, cuantos muertos y para qué.

 

Si estamos de acuerdo con eso entonces nuestro mesías no es Jesús y lo que demostramos es nuestra absoluta falta de confianza en El.

 

Como cristianos no podemos estar de acuerdo con la destrucción, el caos y la anarquía.

 

Quien ama a su prójimo no le hace daño.

 

Y la última pregunta: ¿Vale la pena?

 

CONCLUSION:

 

Volvamos a las preguntas iniciales.

 

¿La Iglesia de hoy está mostrando su amor con hechos? No, porque sacrifica el amor por el individualismo.

 

La segunda pregunta es: ¿A la Iglesia de hoy se le ha vuelto difícil practicar el amor que predica? Si, Vivimos más como religiosos que como cristianos.

 

La tercera pregunta es: Frente a la advertencia de Jesús de que el amor se enfriaría causa de la maldad, ¿Estamos trabajando para que el amor no se enfríe en nuestros corazones? No lo parece.

 

Al final los hechos van a responder la pregunta: ¿Amas a tu prójimo como a ti mismo?

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