Introducción:
Antes de iniciar quiero aclarar que esta serie de artículos no pretende ser un estudio exegético estricto sino un acercamiento al texto buscando su aplicación practica. Uno de los problemas mas recurrentes y que frecuentemente se presenta en las Iglesias es el adulterio. No es extraño que oigamos o leamos noticias de ministros famosos, pastores, lideres y creyentes en general que han caído y con ello han dejado una estela de dolor en sus familias, asombro y decepción en los fieles e incredulidad y descredito en el mundo no cristiano. El libro de Proverbios nos da una amplia ilustración. El escritor del libro, al parecer basado no solo en su conocimiento personal de Dios sino también en su experiencia particular, articula toda una perspectiva acerca del tema en el capitulo 2, siguiendo luego en otros textos donde amplia sus argumentos. La parte inicial comprende los versículos del 1 al 11, en donde desarrolla todo un argumento persuasivo, intentando buscar un razonamiento en la persona no solo involucrando la parte espiritual sino también la parte practica, y en la cual se adelanta a decirle al oyente las consecuencias de involucrarse en una relación con la mujer extraña (Cualquiera que no sea tu esposa).
Exposición:
Comienza el autor, diciendo que lo primero es recibir las palabras de Dios, el consejo. Debo hacer mías las palabras de Dios, oírlas, poner todo el interés en lo que Dios dice, es un regalo que no puedo rechazar. Luego de recibir la Palabra debo guardarla. El que guarda la Palabra se esta adelantando a una posible tentación. Se vuelve sagaz, astuto en la pelea practica y diaria con el pecado. Adquiere un discernimiento que le permite ver la amenaza y defenderse de ella. El que guarda los mandamientos se protege asimismo, es un sobreviviente. Puede enfrentar la mas grande tentación y a pesar de que las condiciones supongan todo para caer, el que guarda los mandamientos no caerá, va a sobrevivir, el pecado no va a acabar con el. Por otra parte el oyente debe ser inteligente, saber que es lo que le conviene y actuar en consonancia. Para el las Palabras de Dios deben ser como un tesoro escondido que al descubrirlo lo hace prudente. El efecto de hacer caso al consejo de Dios es que habrá entendimiento del temor de Dios. El que entiende, reverencia a Dios y esta a dispuesto a obedecer. Cuando Dios habla debo atender, oír, aceptar y obedecer, eso permitirá conocer a Dios y ponerse de acuerdo con El. “Por que Jehová da la sabiduría y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. El provee de sana sabiduría a los rectos; es escudo a los que caminan rectamente. Es el que guarda las veredas del juicio, y preserva el camino de sus santos”. La sana sabiduría según el texto, me lleva al éxito en la relación con Dios y en la vida espiritual. Implica también que al tenerla la maldad no lograra su propósito de hacerme caer. La sabiduría aquí también tiene que ver con la adquirida en la experiencia personal, lo interesante es que la misma lo lleva a la conclusión que Dios tiene la razón. ¿En que nos ponemos de acuerdo con Dios luego del proceso antes descrito?: En primer lugar en lo que es justo y correcto, en segundo lugar lo que es estar limpio ante un posible juicio de parte de Dios y en tercer lugar la equidad, que tiene que ver con darle a otros el mismo trato que yo merezco y por ultimo entenderemos lo que es todo buen camino, la senda por donde debemos caminar en nuestra relación con Dios y con el prójimo. “Cuando la sabiduría entrare tu corazón, y la ciencia fuere grata a tu alma, la discreción te guardara; te preservara la inteligencia”. Concluyendo podemos decir: El proceso de la caída en el adulterio comienza por desatender la voz de Dios, esto me lleva a perder habilidad y sagacidad en la lucha diaria contra la tentación y el pecado, anula la prudencia, todo el conocimiento de Dios que tenemos queda bloqueado, no hacemos uso de el, se pierde el temor de Dios y la reverencia hacia El, la sana sabiduría se convierte en sabiduría aplicada a lo que me conviene (Justificar de alguna manera mi adulterio), Dios no tiene la razón la tengo yo. Nos importa lo que es justo y correcto (La mujer de mi juventud, la que me dio los hijos, la que paso conmigo vicisitudes, la que sufrió a mi lado, la que aguanto mis errores y no me abandono a pesar de ellos, la que ha sido fiel y muchas otras cosas mas, ahora tiene miles de defectos y se justifica cambiarla porque ya no sirve, en cambio la extraña tiene mil virtudes), no me importa el juicio de Dios ni ser equitativo. Mi inteligencia y conocimiento espiritual ha sido remplazado por los impulsos sexuales que me llevan a la mujer extraña, el comportamiento se guía por el instinto (Al igual que los animales cuando están en celo). La cuestión es que el adulterio no es una acción de dejar a mi esposa y tener otra mujer, es la acción recurrente. Hoy dejo a mi esposa por otra, luego dejo a la otra por otra y así sucesivamente. La incapacidad para controlar mis impulsos, mi carne por abandono de lo espiritual me lleva a una situación de esclavitud que al final me arruinara en todos los aspectos. Para finalizar el tema del adulterio hoy en día no es solo de los hombres, es también de las mujeres. Igualmente podríamos hablar del “Hombre extraño”.
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