Introducción: En primer lugar comienzo por decir que en términos estrictos el documento que estas leyendo no es de mi autoría, pues sólo me he limitado a hacer una pesquisas de libros impresos y artículos publicados en internet de otros autores, y con base en ello, fijar mi posición frente al tema tan escabroso que es, “el aborto”. También quiero aclarar que no soy médico ni científico, solamente soy un pastor más que está preocupado por el incremento del pecado del aborto en nuestro país, y que quiero aportar mi granito de arena para alertar sobre el gran riesgo que están corriendo nuestros jóvenes por recibir tanta “desinformación” sobre este delicado tema.
También debo aclarar que no soy escritor profesional, y por lo tanto cometo muchos errores, y que utilizaré el esquema viejo y simple de desarrollar los temas comenzando con preguntas y sus posibles respuestas[W1] .
¿Que es el aborto? El aborto procurado es la eliminación deliberada y directa, como quiera que se realice, de un ser humano en la fase inicial de su existencia, que va de la concepción al nacimiento. La gravedad moral del aborto procurado se manifiesta en toda su verdad si se reconoce que se trata de un homicidio y, en particular, si se consideran las circunstancias específicas que lo cualifican.
1º Quien se elimina es un ser humano que comienza a vivir, es decir, lo más inocente en absoluto que se pueda imaginar: ¡jamás podrá ser considerado un agresor, y menos aún un agresor injusto!
2º Es débil, inerme, hasta el punto de estar privado incluso de aquella mínima forma de defensa que constituye la fuerza implorante de los gemidos y del llanto del recién nacido.
3º Se halla totalmente confiado a la protección y al cuidado de la mujer que lo lleva en su seno. Sin embargo, a veces, es precisamente ella, la madre, quien decide y pide su eliminación, e incluso la procura.
Entonces podemos afirmar que la palabra abortar lleva implícita la palabra vida. Por eso, el aborto provocado es un crimen: es matar a un inocente indefenso que no puede emplear la fuerza, aunque sí "grita" pero es inútil porque no se le escucha; y, aunque la ciencia habla por él demostrando su sufrimiento, da igual, "hay razones muy importantes, y que tenemos que entender, para abortar". Independientemente de lo que diga la Iglesia o lo que diga la Corte Constitucional es importante tener en cuenta que la vida humana es sagrada desde el comienzo de la fecundación y es cuestión de todos proteger esa vida que Dios nos da ya que todo ser humano es inocente y debe ser protegido antes y después de nacer.
El aborto, sean cuales sean las circunstancias en que se encuentra el feto y las condiciones de salud de éste es siempre un homicidio cualificado.
¿Existe algún sustento bíblico para condenar el aborto? La Biblia nunca menciona específicamente el problema del aborto. Sin embargo, hay numerosas enseñanzas en la Escritura que hacen totalmente claro la visión de Dios sobre el aborto.
Jeremías 1:5 nos dice que Dios nos conoce antes de formarnos en el vientre materno.
El salmo 139:13-16 nos habla del papel activo de Dios en nuestra creación y formación en la matriz.
Éxodo 21:22-25 prescribe el mismo castigo para alguien que cause la muerte de un bebé en el útero que para alguien que cometa un asesinato. Esto indica claramente que Dios considera a un bebé en la matriz del mismo modo que lo hace con un ser humano plenamente desarrollado como adulto. Para el cristiano, el aborto no es un asunto de elección de los derechos de la mujer. Es un asunto de la vida o la muerte de un ser humano hecho a la imagen de Dios. (Génesis 1:26-27; 9:6).
Salmo 106:32-48. Este salmo es bien particular, primero porque se puede utilizar como un paralelo para condenar el aborto, y segundo, porque este salmo recurre al método de utilizar palabras ásperas como único remedio para dar a entender la profundidad del pecado. Hay algunos pecados que no pueden ser comprendidos sin un lenguaje áspero o imágenes duras. Una vez leí en el Star-Tribune que si todos los estadounidenses pudieran ver una ejecución en vivo (como la silla eléctrica o la inyección letal), la pena capital sería abandonada. No sé si es cierto. Pero si lo es, lo mismo se aplica, en mayor sentido, con relación al aborto. Si nos hicieran mirar cómo un doctor arranca las piernecitas y brazos de un bebito, uno a uno, y poniéndolos sobre la mesa como el dentista que saca un algodón de la boca, si todos los estadounidenses tuvieran que ver cómo es realmente, estuviéramos mucho más cerca de lograr que la meta “a favor de la elección” del aborto fuera impensable (no solo ilegal).
Cuatro Paralelos con el Aborto
Así que este salmo es áspero cuando habla del sacrificio de infantes. En él hay, al menos, cuatro paralelos con el aborto.
1) El Sacrificio de Infantes Es Llamado Sacrificio
Un paralelo es que es llamado sacrificio, verso 37: “Sacrificaron a sus hijos y a sus hijas”. Sacrificio significa que usted renuncia a algo ordinariamente considerado valioso (una oveja o un toro) para ganar algo mejor –generalmente de alguna deidad. El aborto no es realizado conscientemente con un deseo de obtener alguna bendición de una deidad. Pero es realizado para ganar algo “mejor” que el bebé –de esto trata todo el debate ¿Es mayor la ganancia que lo que perdemos? Necesitamos asegurarnos de verlo en esos términos: la vida de un niño es sacrificada por algo. El “algo” define la barbarie de nuestra cultura, y lo digo conociendo a cabalidad cuán inimaginablemente difíciles son los embarazos no planificados, no los tomo a la ligera. El asunto es: ¿cuán precioso es el niño? Y, ¿confiaremos en Dios para que nos dé una solución? Para eso existen los Centros de Crisis en el Embarazo.
2) Son Hijos e Hijas
Segundo, el sacrificio de niños en este salmo es descrito como el sacrificio de nuestros hijos e hijas. Verso 37: “Sacrificaron a sus hijos y a sus hijas”. El salmista pudo haber dicho “niños”. Pero dijo “sus hijos y a sus hijas”. Esto nos llama la atención hacia dos verdades.1) Eran sexualmente diferentes. Eran pequeños niños y niñas. 2) Eran familia. Este bebé que es sacrificado, es familia. Así mismo sucede con el aborto. Siempre es una pequeña niña o un pequeño niño. Y siempre es familia.
3) Había Sangre Inocente
Tercero, el salmo llama “sangre inocente” a los sacrificios de infantes. Verso 38: “derramaron sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas”. Esta es la diferencia entre los cananitas quienes debían ser castigados y los bebés que debían ser protegidos. No es una declaración acerca del pecado original, o la ausencia de pecado. Es la declaración legal ordinaria de la que todos dependemos en la corte: « ¿Hice algo para merecer el castigo que otros están a punto de imponerme?» Los bebés, eran inocentes con relación a las naciones. No merecían ser maltratados por otros seres humanos.
Dios mismo tiene un derecho absoluto para dar la vida y tomarla. Hoy nosotros no tenemos el derecho de tomar sus vidas. Son inocentes en comparación a nosotros. Y somos culpables si tomamos sus vidas.
4) Es a los Demonios
El salmo dice que esta sangre inocente es sacrificada a los demonios y a los ídolos. Verso 37-38: “Sacrificaron a sus hijos y a sus hijas a los demonios, 38 y derramaron sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, a quienes sacrificaron a los ídolos de Canaán”. En 1ra a los Corintios 10:19-20, Pablo lidia con la relación existente entre los ídolos y los demonios. Dice: “¿Qué quiero decir, entonces? ¿Que lo sacrificado a los ídolos es algo, o que un ídolo es algo? No, sino que digo que lo que los gentiles sacrifican, lo sacrifican a los demonios y no a Dios; no quiero que seáis partícipes con los demonios”.
En otras palabras, Pablo no ve al Dios verdadero detrás de todos los ídolos, sino a un mundo de demonios que promueve la idolatría y quienes, por tanto, recibían tributo de sus sacrificios sin que los adoradores siquiera lo supieran. El origen del aborto puede trazarse hasta los caminos seductores de la maldad de Satanás. Jesús dijo: “El fue un homicida desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de la mentira” (Juan 8:44).
Creo que tienen razón. Lo que significa que el sacrificio de nuestros hijos e hijas en la actualidad es, en un sentido muy real y profundo, un sacrificio a los demonios. Quizás la parte religiosa del paganismo decayó ante nuestro moderno mundo occidental y el diablo actúa así en nuestro mundo secular. De otra forma, pudiéramos despreciar su obra. Y por supuesto, él quiere que nosotros seamos los despreciados, no él. Así que el aborto aparenta ser muy secular, muy racional, muy científico, muy grandilocuente, cuando en verdad es muy demoníaco.
En conclusión el aborto es el sacrificio de nuestros hijos e hijas a los demonios. Y algún día lo veremos. Y nos sorprenderemos de que hubiera durado tanto tiempo, de la misma forma en que hoy nos sorprendemos de que la esclavitud africana durara tanto. Este problema es tan obvio ahora, como lo fue una vez la esclavitud. Y ahora somos tan ciegos, como entonces lo fueron los que apoyaban la esclavitud. La gran diferencia es que los bebés no pueden correr para escapar. La ruta de escape depende totalmente de ustedes, no de ellos.
La fortaleza para pararnos y hacer la diferencia en este asunto no proviene fundamentalmente de los crudos horrores del aborto, sino de la sublime gracia en los versos 44-45: “Sin embargo, El vio su angustia al escuchar su clamor; 45 y por amor a ellos se acordó de su pacto, y se arrepintió conforme a la grandeza de su misericordia”. Esto es lo que Jesús vino a alcanzar para todos los que le recibirían.
[W1]Creo uno no debe pedir perdón por algo que Dios le mandó a decir a los que están errados
Pastor: Eleazar Guevara M.
Administrador General de la AIEC (Asociación De Iglesias Evangélicas Del Caribe, Denominación que agrupa alrededor de 800 Iglesias en Colombia).
Pastor por más de 8 años en la AIEC. Egresado del Seminario Bíblico de Colombia, Administrador de Empresas y en la actualidad adelanta estudios en licenciatura en ciencias religiosas de la Universidad Pontificia Javeriana.
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