Cuando se habla del profeta Joel estamos en presencia de un profeta y de un libro muy difícil de ubicar en la historia, lo que se conoce de él es por evidencia interna del propio libro. Algunos estudiosos lo ubican antes y otros post-exilio. Hay varias cosas que tenemos que prestar atención:
1. No menciona a monarquía alguna, sino que solo se dirige a los ancianos y al pueblo de Judá en general.
2. Habla de un acontecimiento nunca antes visto en magnitud catastrófica, el panorama desolador y devastador de una gran plaga de langostas.
3. Menciona la casa de Jehová, así que nos da luces de que un templo está de pie.
I PARTE
El Suceso
Me llama la atención muchísimo como el profeta empieza el escrito, lo hace en un tono de indignación y de llamada de atención, él dice “Oíd esto ancianos y escuchad todos lo moradores de la tierra, ¿ha acontecido esto en vuestros días o en los días de vuestros padres? Cap 1.2. En otras palabras lo que el profeta está diciendo es…: “! Oigan, presten atención, esto no pasaba antes, esto nunca había pasado así..!. Pero ¿qué es lo que antes no había pasado?, pues es precisamente esa plaga de langostas arrasadora y sin precedentes alguno. Para entender un poco acerca del panorama que dejo esta plaga y como lo ve el profeta echemos un vistazo a algunos verbos que utiliza él para describir el efecto, vs 7: Asoló, descortezó, desnudó, derribó; vs 10: Se secó, se perdió. Estos verbos nos presentan un panorama devastador, al leer el texto bíblico te puedes dar cuenta que fue una catástrofe vegetal y animal, no había árboles en pie, todo fue devastado, las vides, los manzanos, etc. Por lo tanto ni los animales estaban sobreviviendo.
Consecuencias del Acontecimiento
Como consecuencia de semejante acontecimiento el culto en la casa de Dios es afectado, y es obvio, pues en esa época el culto y adoración a Dios estaba estrechamente ligado a ofrecer ofrendas de sacrificio y ofrendas de cultivos de fruto de la tierra. Veamos un versículo que nos describe en un solo verbo la situación en el templo, Cap 1.9; usa el verbo “Desapareció”, es crítico lo que describe este versículo.
Reflexionemos
1. ¿Qué acontecimientos se dan hoy que no se daban antes?, los verbos que utiliza el profeta para describir su catástrofe nos servirían para describir la situación que nos rodea hoy? (violencia, narcotráfico, niveles de divorcio, la apatía, impurezas sexuales, egoísmo, individualismo. Son todas cosas que ahora parecen ser normales; pero el profeta nos invita a alarmarnos, él dice “oíd, presten atención, esas cosas no pasaban así antes”
2. ¿Cómo estas cosas han afectado a la iglesia hoy? Es más, ¿Como las cosas que pasan a mi alrededor, en mi familia, en mi trabajo, etc., ha afectado mi culto a Dios, lo que le ofrezco a Dios, mi adoración a Él? El verbo que utiliza el profeta para describir el efecto que causó en la casa de Dios es DESAPARECIO, ¿Qué cosas han desaparecido en mi vida? (Pasión por Dios, orar, estudio apasionado de la biblia, primer amor, evangelismo, amor por buscar al perdido, etc.)
II PARTE
La propuesta
Frente a estas cosas el Profeta propone por palabra de Jehová que todos ayunen (cap 1.14). Ahora bien, ¿Por qué proponer ayunar en un momento así?, esa propuesta no suena atractiva. Al parecer el profeta ve en el pueblo una aparente apatía, eso lo sabemos porque el profeta casi que les indica cómo se deberían sentir ellos ante lo sucesos recientes, veamos los verbos que utiliza en esa fase vs5. Despertad, llorad, gemid, confundíos. Si les decía estas cosas es porque no reaccionaban, lo veían todo como algo normal que pasaba y ya, se habían vuelto insensibles frente a lo que pasaba a su alrededor y precisamente el ayuno era la propuesta adecuada; ya que, el ayuno te sensibiliza ante las cosas de Dios y hace morir precisamente los deseos de la carne. El profeta ve que detrás de todo esto Dios quiere decir algo, él ve que se acerca el gran día de Jehová (vs15).
Reflexionemos
Frente a las cosas que te rodean ¿qué propones?. ¿Cómo está tu vida de ayuno?; ¿Qué cosas ves normales y que deberían alarmarte? ¿Qué sientes frente al panorama devastador y desolador de los que no conocen a Jesús? ¿Qué crees y entiendes que Dios te está diciendo detrás de lo que te está pasando?
III PARTE
La Conversión
Curiosamente todo lo que se pierde en el capítulo 1 se recupera en el capítulo 2.21-24(leer). Pero, hay un punto de quiebre o punto de inflexión, antes que todo esto ocurra, hay un llamado a convertirse. (Cap. 2.12-13). Hay un llamado a convertirse de corazón. En el versículo 13 dice” Rasgad vuestro corazón y no vuestros vestidos”, esto hace alusión a una tradición judía que se encuentra en el Halajá (libro de tradiciones, costumbres y leyes judías, etc.) Esta tradición se llamaba el Keriá, se hacía cuando a un padre o una persona se le moría un pariente cercano, la persona expresaba el dolor interno rasgando su túnica hasta la altura del corazón por el lado derecho, para expresar que su corazón quedaba al descubierto y que todos podían ver la sinceridad interna de su acto externo. Todo esto parece ser que Dios ve que la actitud del pueblo era solo externa, la gente se estaba rasgando la ropa por tal desgracia nacional pero sin sentir realmente un dolor verdadero ni convertirse de verdad. Así que él les dice:” Rasgad vuestro corazón y no vuestros vestidos”.
La Restitución de lo No Restituible
Cap.2.25 es un versículo muy mal interpretado por los predicadores de prosperidad. Aquí dice: “y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta…”. Aquí habla de años, o sea de tiempo. Y es que precisamente lo que dejan las tragedias y los errores de la vida, es ese sabor amargo de haber perdido el tiempo, y esas ganas de querer regresar para recuperarlo. En este sentido es poderosa esta promesa, ya que, Dios se compromete a restituir lo que parece imposible e irrecuperable, el tiempo. Dice el salmista: “En tus manos están mis tiempos…”
El Derramamiento de Espíritu Santo (avivamiento).
Cap. 2.28 (leer) Parece antagónico el pensar que en un libro donde se habla de tanta tragedia y dolor, empieza a cerrar sus páginas con un suceso esperanzador, y glorioso, el derramamiento del Espíritu santo sobre toda carne. Y tiene sentido pues concuerda con Ezequiel 37, ya que, precisamente en un valle lleno de huesos secos hay un soplar glorioso del Espíritu Santo para dar vida milagrosamente a esos huesos secos. El Espíritu Santo también presente en el inicio en la creación cuando todo estaba desordenado y vacío, él se paseaba sobre la fas de las aguas; Su acción en medio de condiciones caóticas da esperanza al que se siente derrumbado.
Reflexionemos
¿Qué tan sincera es nuestra entrega y conversión ante Dios? Rasguemos nuestro corazón, entreguémonos de corazón, que lo que hacemos externamente sea un reflejo verdadero de lo que pasa en nuestro interior ante Dios.
¿Qué recuerdos del pasado (errores, malas decisiones, etc.) te entristecen hoy? ¿Qué sucesos quisieras que nunca hubiesen ocurrido y recuperar el tiempo? Dios te dice; “Yo tengo el poder para hacer lo que nadie puede hacer, Restituirte el tiempo que sientes que perdiste”
El panorama de tu vida puede ser el escenario propicio para un derramamiento del Espíritu Santo, ábrete a su soplo de vida y prepárate para un avivamiento. A la final todo esto es una invitación y preparación para la acción del Espíritu Santo en tu vida; ningún suceso en tu vida ni a tu alrededor es casualidad.
Todaalael Ceballos
Asesor de la Comunidad de Estudiantes Cristianos CEC Panamá. Estudiante de Lic. Química, Universidad de Panamá. Colón República de Panamá. Diácono Juvenil de Iglesia de Dios en Colón, Panamá.
Correo:todaalael@hotmail.com
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