Introducción:
Ya es de nuestro
conocimiento, que el tema del libro de Proverbios es “El ruego de unos padres
angustiados ante la salida de sus hijos del hogar a hacer su propia vida”.
Los
padres quieren dar un ultimo consejo y advertir a sus hijos de todas las
situaciones que se les van a presentar en la vida y como enfrentarlas con sabiduría.
Para poder entender este libro, necesariamente tenemos que contextualizarlo, es
decir, definir o enumerar en principio cuales son las angustias de los padres
de hoy en día y desde que momento comienzan a vivirlas.
Las angustias
que los padres vivimos hoy con nuestros hijos tienen que ver con los intereses
de la juventud de hoy y su fuente de formación. ¿Qué esta formando hoy el
pensamiento de la juventud?. (Fuente: TRU)
1.
Medios de comunicación. (Cine,
televisión, revistas, etc)
2.
Música
3.
Internet (Redes sociales y relaciones
virtuales)
Lo que los
jóvenes reciben atraves de estas fuentes, en la mayoría de las veces remplaza
el consejo de los padres. He ahí la razón por la que nuestros hijos muchas
veces no nos oyen. Están oyendo a otros.
¿Qué muestran
los medios?. Libre desarrollo de la personalidad, sexualidad precoz, el
estimulo de la independencia (Anarquía). El 83% de los jóvenes entre los 18 y
19 años en los EEUU y México ya tienen pareja y muchos hijos. Muchos ya han
cometido delitos. La consecuencia de esto es que la juventud de hoy es una
juventud confundida, desorientada, con tendencia a la depresión, apática a lo
espiritual, emocionalmente frágil, con dependencia emocional, vulnerable, que
no quiere asumir la responsabilidad de sus actos y que no quiere comprometerse
con nada. La educación es deficiente, las familias están cada vez más
deterioradas y nosotros como Iglesia no hemos respondido al desafío que todo
esto nos plantea.
La realidad es
que nuestros jóvenes han dejado de oírnos a nosotros para oír fuentes no
confiables que los llevan a la destrucción. Han dejado de oír a sus padres
quienes a pesar de los errores que hayan podido cometer los aman. Ni los
medios, ni la música, ni la Internet, ni ninguna otra cosa puede darle amor a
la juventud de hoy. Por eso es que hoy tenemos una juventud insensata.
Pero no crean.
Proverbios también le habla a los adultos. Así que esta palabra también es para
nosotros.
El principal
problema del pueblo de Dios en la historia es no OIR.
Este es el
panorama actual. Hoy la palabra nos dice:
I.
Oír
Exegesis.
Es un llamado a
prestar atención. Es un llamado a recibir algo que te debe interesar, algo que
te va a ser de provecho para la vida. Es el llamado del amor que quiere
librarnos del sufrimiento. Es el llamado a abandonar la terquedad y la
insensatez. Es un llamado individual pero a la vez es un llamado de Dios a todo
su pueblo.
En el libro de
Proverbios dice que el que oye es sabio y el que no oye es necio. Definamos los
significados de necio en Proverbios.
-
Alguien que se engaña a si mismo. Cree
que sabe más que su papa y su mama.
-
Compañero del estúpido. Anda con aquel
que no le aporta nada a su vida.
-
Torpe. Aquel que no sabe actuar de
manera correcta frente a las situaciones que se le presentan en la vida. Falto
de sabiduría.
-
Ignorante. Aquel que no tiene ni idea de
lo que dice, ni porque actúa como actúa.
-
Inocente. Aquel que no se sabe defender
y es vulnerable. Lo envuelven.
-
Ingenuo. Cree todo lo que le dicen sin
comprobarlo por sí mismo.
-
Que no tiene discernimiento. No sabe
distinguir entre lo bueno y lo malo.
-
Arrogante. El que no escucha por que se
cree superior e independiente.
-
Desecha el consejo por venir de un
anciano. Proverbios 23:22; 17:21.
Tenemos 9
definiciones.
Hay una razón
por la que debes escuchar: Sabiduría por observación. Los años le han permitido
ver lo malo que pasa en la vida y como se puede evitar. Proverbios 27:12.
Santiago 1:22.
En contraste con
el necio, el joven sabio:
-
Ama escuchar. Aprecia el consejo. Valora
la corrección (Proverbios 13:1). Para el joven sabio es una delicia aprender,
que le digan como actuar en la vida para que le vaya bien. Proverbios 12:1-3.
El joven sabio atesora el consejo, es riqueza para su alma. “Si recibes”: Si te
casas con lo que oyes. El joven sabio hace suyas las palabras de sus padres y
las guarda en lo profundo del corazón. Se alegra y se satisface en saber que
esta preparado para enfrentar la vida y da tranquilidad a sus padres.
Proverbios 2:1-5.
-
Proverbios
23:15.
Resonancia:
¿Con que grupo
podemos identificar a la Juventud de hoy?
Si existe hoy
una crisis que no tiene discusión en el mundo, es la crisis de la autoridad. La
juventud de hoy es anárquica, egocéntrica e individualista. El escuchar a los
padres no esta de moda, paso de moda. A la juventud de hoy no le importa las
consecuencias de sus actos. Actúan de acuerdo a lo que Proverbios define como
necio. Repasemos la lista. A los jóvenes de hoy les fastidia la corrección.
Proverbios 4:1-5.
Una segunda
resonancia tiene que ver con el pueblo de Dios y los hombres en general. Proverbios
8:4. En otras palabras, el problema no es solo de los jóvenes. Ustedes también
tienen su parte. Revisemos la lista. ¿Qué tanto hemos oído a nuestros padres?.
Hagamos una retrospectiva.
En los
evangelios aparece 10 veces la frase: El que tiene oídos para oír oiga. Jesús
cada vez que iba a iniciar una parábola decía oíd, oigan. Hebreos 1:1-2. El
estancamiento de la Iglesia es por no oír. Hebreos 5:11-14. Si Jesús no hubiera oído al Padre, hoy no fuéramos
salvos.
II.
Abandonar
Exegesis
Esta palabra en
el texto tiene una connotación diferente y merece un estudio particular.
En una frase
definimos la palabra abandonar: No hacer caso a mis padres por que a mi juicio
me están mintiendo para que yo les obedezca.
Los jóvenes de
la época querían tomar el camino más fácil y rápido para alcanzar lo que querían.
Todo aquello que
se les dijera en contrario por parte de sus padres era tomado como un obstáculo
que estos ponían creyendo que ellos estaban en contra, que no los entendían y
que no los amaban.
Para los jóvenes
de la época un “No” era sinónimo de falta de amor.
Al creer que sus
padres no los amaban por que no acolitaban sus deseos, desechaban el consejo al
creer que ellos mentían para que obedecieran.
En la estructura
familiar judía, los padres y su autoridad sobre los hijos era considerado como
una institución divina. La credibilidad de los padres no se ponía en duda, sin
embargo los jóvenes en su necedad se atrevían a cuestionar la veracidad del
consejo de ellos.
Veamos
Proverbios 30:17
Este texto en
palabras sencillas y actuales dice lo siguiente: El hijo que considera ridículo
a su padre e insignificante a su madre no merece un funeral decente, si no que
su cuerpo sea abandonado a la intemperie para que sirva de alimento a los
buitres.
No quiere decir
que Dios va a castigar a los hijos insolentes de esta forma. Es una figura
literaria que pretende mostrar lo que merece un hijo que se porta de esta
manera. La figura del padre y la madre es sagrada y por lo tanto a un hijo no
le es permitido abandonar la enseñanza de ellos.
Resonancia:
Si bien es
cierto que hay una crisis de autoridad y de credibilidad de los padres frente a
los hijos, el desechar o dejar de lado el consejo de los padres por parte de
los jóvenes es mas el producto de una conducta direccionada por fuentes ajenas
y extrañas al hogar, pervirtiendo el orden divino ya que nada puede ni debe
remplazar a los padres.
Que un joven
diga que su padre no lo ama por que no lo deja hacer lo que quiere es una forma
de extorsión emocional. La Psicología ha contribuido a este tipo de actitudes.
Nunca los padres
serán un obstáculo para los hijos. El amor los hace decir “NO”. Fíjense el
engaño. ¿Cómo puede pensar un joven que sus amigos, sus contactos del chat, sus
seguidores de Facebook, el escritor de un articulo en una revista o el director
de una película los aman más que sus padres?. Estoy seguro que ni siquiera lo
han pensado pero el vacío que hay en sus corazones les esta gritando que los
mentirosos son otros y no sus padres. Un ejemplo de ello es la película NOE.
¿Qué pueden estar pensando o creyendo una multitud de jóvenes que vio esta película
de Dios?.
Revisemos
nuestra actitud. ¿Creo que mis padres me arruinan la vida?.
En según lugar,
nosotros como pueblo: ¿Qué actitud hemos tomado frente a la Palabra de Dios?.
Si hemos actuado sin tener en cuenta a Dios y su Palabra equivale a decirle a
Dios que es un mentiroso y que me quiere arruinar la vida, sin tener en
cuenta que nadie nos ama como El.
Quiero
solidarizarme con los padres que han tenido dificultades con los hijos. Desde
que soy cristiano, he visto como se juzga y se descalifica a los padres que
tienen o han tenido problemas con los hijos. Este tipo de conductas para nada
tienen que ver con el evangelio que tú y yo debemos practicar. Si tú y yo hemos
tenido la bendición de unos hijos obedientes no es para enorgullecernos y
sentirnos superiores a los demás. Socialmente es así, en el evangelio no. Si
tenemos buenos hijos seamos agradecidos con Dios y con humildad recibamos su
favor. La conducta que se debe tomar con padres e hijos en dificultades es orar
por ellos y rodearlos en amor. Guardemos nuestra boca.
El que no oye abandona.
En tercer lugar vamos
al principio. Este principio nos da la solución para oír y no abandonar:
III.
Temer. Proverbios 1:7
Al menos en mi
caso, siempre había leído este versículo sin darle la importancia y el tiempo
necesario para profundizar en su significado.
Me centrare en
el estudio de la palabra “Temor”. Quise investigar un poco acerca del
significado que tiene para el pueblo judío de hoy en día este versículo. Por
que lo hice: Porque en anteriores ocasiones en mi vida he recibido lecciones
importantes de cómo viven su espiritualidad y relación con Dios. Quienes
mejores que los rabinos judíos para hablar del Antiguo Testamento. La primera
sorpresa que me lleve es que este versículo resume el centro de la
espiritualidad del pueblo judío.
Tener temor de
Dios en el corazón, es un concepto tan crítico que los sabios judíos cuentan
que cuando una persona deja este mundo, Dios le hace tres preguntas:
1.
¿Fuiste honesto en los negocios?
2.
¿Estudiaste la Tora?
3.
¿Esperaste por el Mesías?
Si la persona
paso su vida en fiel devoción al Señor y puede responder que si a estas tres
preguntas anteriores se le hace una cuarta. ¿Tuviste temor de Dios en tu vida?,
si la respuesta es no, se le dirá que de nada sirvió aprobar las tres primeras
preguntas. Sin reverenciar a Dios no hizo nada, no importa cuán justo o bueno
le parece haber vivido.
Para nosotros
los cristianos debe ser igual. El temor de Dios es un concepto complejo que no
puede ser definido a la ligera. Muchos comentaristas cristianos y sabios judíos
identifican el temor de Dios como el componente fundamental para una verdadera relación
con Dios. Charles Spurgeon lo destaco como el centro de la experiencia
cristiana. El siguiente ejercicio es un humilde intento para dar algo de
claridad sobre el tema.
Esta palabra
tiene dos connotaciones o elementos principales: Reverencia y respeto.
Cambiemos la palabra temor por cada una de estas dos palabras.
Hagamos el
ejercicio.
El principio de
la sabiduría es reverenciar Dios.
El principio de
la sabiduría es respetar a Dios.
Lo que planteo
es que de darse este principio en nuestra vida lo demás se corrige.
Exegesis:
La palabra
reverencia tiene la connotación de estar asombrado ante una realidad mas grande
que yo, se refiere a tener una verdadera conciencia del poder y la majestad de
Aquel que está sentado en el trono. Es una actitud permanente. Hoy hablamos de
lo que Dios ha hecho con nosotros no demostrando asombro por su grandeza. Lo
que hacemos es ufanarnos de que lo ha hecho conmigo.
Reverenciar a
Dios es reconocer que no podemos escapar de su presencia, es tener la de que Él
está con nosotros a cada instante de nuestra vida. Su constante presencia le da
razón a nuestra existencia y enfatiza las consecuencias de nuestras decisiones.
Reverenciar a
Dios es mantenernos en humildad cada segundo de nuestra vida, siendo
conscientes de nuestra insignificancia y de que lo que nos acerca a Dios es su
amor, misericordia y compasión. Lo único que equilibra nuestra relación con Dios
es su apasionado amor por nosotros. Reverenciar a Dios es creer en lo que Dice.
Creo en lo que dice cuando le obedezco. Reverenciar a Dios es confiar en Él.
Confío en El cuándo le entrego mi vida por que El la puede manejar mejor que
yo.
Reverenciar a
Dios necesariamente debe producir una adoración genuina en nosotros.
Textos en las
Escrituras sobre reverencia:
Salmos 8:4; Isaías
6:4-5; 29:15; 40:28; 57:11 y 15.
En segundo
lugar, está el respeto a Dios. (Si no hemos entendido temer por reverenciar
vamos a entender temer por respetar).
Respetar a Dios es
rendirle adoración.
Respetar a Dios es honrar
a Dios. Darle el lugar que merece en nuestra vida. REY.
Respetar a Dios es
reconocer su dignidad.
Respetar a Dios es ser
formales en nuestra relación con El. ¿Cómo nos dirigimos a Dios?.
Respetar a Dios es aceptar
su soberanía sobre nuestra vida.
Respetar a Dios es
obedecer su Palabra.
Respetar a Dios es
reconocer su reinado en nuestra vida.
Respetar a Dios es no
pecar. Cuando peco le digo a Dios: “Me importa lo que pienses”.
Respetar
a Dios es no ofenderlo.
Respetar
a Dios es decir la verdad sobre El.
¿Cómo se
manifiesta?. 2 de Corintios 7:1
Cuando una
persona tiene temor de Dios toda su vida es afectada. Eso incluye la manera en
que habla, en que pasa su tiempo, en que gasta su dinero, los sitios que visita
sean lugares a páginas web, los placeres que busca y la compañía que prefiere
entre otras.
Resonancia:
Si algo falta en
la Iglesia de hoy es reverencia. Solo hare dos preguntas: ¿Qué tan consciente
soy de mi posición delante de Dios?. ¿Soy consciente de quien es El y de porque
Él tiene una relación conmigo?.
Muchos de
nosotros hoy en día en vez de reconocer nuestra pequeñez frente a su grandeza y
majestad pretendemos que Dios haga lo que queremos. En vez de humillarnos somos
arrogantes. ¿Si hay temor de Dios en mi corazón?.
¿Respetamos
nosotros a Dios o somos expertos en faltarle el respeto?. Cada vez que pecamos
sin importar que Él lo vea estamos irrespetándolo. Cada vez que pisoteamos su
Palabra, cada vez que desconocemos su lugar en nuestra vida, cada vez que lo
ignoramos como REY, lo estamos irrespetando. Cada vez que la arrogancia aflora,
que nuestro ego se infla, que digo lo que no es, que lo hago quedar mal, lo
estoy irrespetando.
Quien no
reverencia y no teme al Señor, nunca le conocerá.
Una nota final:
Es evidente en el libro de proverbios que la relación Dios – Hijo, se ve
materializada en la relación Padre – Hijo. De acuerdo a lo anterior podemos
establecer el siguiente paralelo:
En lo
espiritual, el principio de la sabiduría es el temor de Dios.
En lo terrenal,
el principio de la sabiduría es el temor a los padres.
Como vas a temer
a Dios a quien no has visto, sino temes a tus padres a quien has visto.
Ninguno de
nosotros puede decir que reverencia y respeta a Dios sino reverencia y respeta
a sus padres.
Después de escuchar
todo esto, la pregunta es: ¿Tengo temor de Dios en mi corazón?.
Resumen de la exposición:
No hay peor sordo que el que no quiere oír; pero hay otro peor, aquel que le entra
por un oído y le sale por el otro.
Conclusión:
La necedad es
proporcional a lo lejos que estemos de Dios. Menos escuchamos su voz.
Joven: ¿A quién
estas oyendo?. ¿A Dios, a tus padres o a los extraños que no te aman?.
Pueblo de Dios,
¿A quién estas oyendo?.
El resultado de oír
a los extraños es una vida destruida. El resultado de oír a Dios es una vida
plena y satisfactoria. ¿Qué queremos?.
Joven si no estás
escuchando a tus padres vas por mal camino. Joven si no estás escuchando a Dios
seguramente ya habras abandonado sus caminos aunque estés aquí con nosotros.
Pueblo de Dios,
si no estás escuchando a Dios en tu corazón estas lejos de Él.
El camino para
volver a Dios es reverenciarlo y respetarlo. ¿Estamos dispuestos?.
¿Qué vamos a
hacer a partir de hoy?. ¿Vamos a seguir diciendo que tenemos temor de Dios? o
¿Vamos a comenzar a tener temor de Dios en nuestras vidas?
El primer acto
de sabiduría que podemos hacer es empezar a temer a Dios.
Termino con
esto:
Mis hijos oyen la voz de mi hijo Jesús, El los llama por nombre y los
guía. Jesús va delante de ellos, y mis hijos lo siguen porque conocen su voz.
Pero a un desconocido (los medios, internet, cine, televisión, revistas, redes
sociales, chats, contactos) no seguirán, sino que huirán de él, porque no
conocen ni confían en la voz de los extraños. El desconocido y el extraño
tienen la intención de robarte tu fe, pero yo he venido para que tengas vida,
y la tengas en abundancia.
Yo, Jesús conozco a mis discípulos y ellos me conocen y saben que YO les he
mostrado al PADRE. Les demostré mi amor y espero que ellos me amen y me sigan
hasta el final.
El grito angustiado del Padre hoy es: “OYE HIJO MIO”.
Extractado y parafraseado de Juan 10:1-18.
¿Es necesario decir algo más?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario