Esta pregunta hizo parte del trabajo de investigación del Modulo IV del Diplomado En Nuevo Testamento que en la actualidad desarrolla las Sociedades Bíblicas en Sincelejo – Colombia – Suramérica. Me pareció interesante compartir las respuestas con ustedes.
Creemos que hay tres razones principales. En primer lugar está el desconocimiento de los hechos históricos que rodearon a la Iglesia cristiana del primer siglo y la equivocada interpretación del libro de los Hechos. Se ha pensado erróneamente que la vida de la Iglesia primitiva se caracterizaba únicamente por la explosión continua de milagros, sanidades y señales. Tan es así, que muchas iglesias manifiestan su deseo de ser como ella. La principal característica de la Iglesia primitiva era su fidelidad a Dios. Esta fidelidad en la mayoría de los casos llevaba a los creyentes al martirio. Encontramos esto en Hechos 1:8 que dice: Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Muchos interpretan la palabra poder como la capacidad, el don o la manifestación del poder de Dios en milagros, señales y maravillas. La palabra poder en el griego significa: Habilidad o Acto de poder o capacidad. El poder sería recibido para un fin u objetivo especifico, ser testigos. La palabra testigo aquí es mártir. Dándole una interpretación al texto se entendería entonces: Y recibiréis la capacidad para ser mis testigos aunque testificar les cueste la muerte. Eusebio en su historia eclesiástica nos relata lo que sucedió, muchos cristianos murieron por no negar su fe, el martirio era común y la Iglesia en 70 o 100 años tuvo solo cortos periodos para predicar el evangelio sin enfrentar a la muerte. En segundo lugar, se ha confundido conversión y discipulado con predicación y decisión de fe. La orden de Jesús fue: Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. Hoy no se hacen discípulos, importan las decisiones de fe. Aquí también hay una mala interpretación del texto de Romanos 10:8-10 que dice: Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Este texto se interpreta hoy en día sin tener en cuenta el auditorio original y las condiciones que rodeaban a la Iglesia en ese tiempo. En el contexto de la Iglesia primitiva que podría significar ser cristiano. Veamos algunos conceptos:
- Significaba entrar en el grupo de los perseguidos.
- Significaba el aislamiento de la sociedad no cristiana.
- Significaba el anonimato.
- Significaba la reducción de oportunidades laborales.
- Significaba invertir lo que tenía en función de predicar el evangelio.
- Significaba aportar lo que tenía para que otros pudieran predicar el evangelio.
- Significaba entender que el dar era un acto libre, espontaneo y alegre del cual no esperaba retribución alguna de los hombres ni de Dios.
- Significaba estar en constante peligro de muerte.
- Significaba en muchos casos la renuncia a tener una familia. (Eusebio).
- Significaba el gozo y la alegría de morir por causa de la fe.
De acuerdo a lo anterior, no es difícil entender que las conversiones que se producían en el primer siglo eran genuinas, sinceras y tenían en cuenta el costo. Hoy es diferente, convertirse a Cristo no representa riesgo alguno en la mayor parte del mundo, de allí que las conversiones hoy entendidas como decisiones de fe, sin que estas tengan la misma connotación y efecto, sin dejar de mencionar que en la Iglesia Primitiva también hubo excepciones. Es curioso o de notar que el texto de Hechos 2:44-47: Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos. Este texto se toma desde el punto de vista evangelistico pretendiendo darle sustento bíblico a las células o grupos celulares cuando en realidad eso no era lo que sucedía. Por otro lado, se pasa por la parte del compartir, del dar a otros, de la solidaridad, del amor fraternal sin ni siquiera mencionarlos. La realidad es que esto muy poco se enseña en la Iglesia. Por último y remitiéndonos al día de hoy, algunas teologías emergentes que nada tiene que ver con la Biblia han estimulado el individualismo, en este contexto se le niega la ayuda al que la necesita. Hoy se promueve el “egoísmo de los justos”. De igual manera no se enseñan muchos otros textos, cono los que encontramos en las epístolas de Juan y Santiago, que tratan muy puntualmente de la responsabilidad social del cristiano no solo con sus hermanos sino con el prójimo y qué decir del segundo gran mandamiento, el texto de Mateo 25:31-46 y la parábola de los talentos entre otros.
A nivel de la Iglesia Local, Nuestra Iglesia realiza algunas actividades en pro de ayudar a hermanos principalmente. Asistencia en problemas de tipo legal o tramites, asistencia en alimentos de acuerdo a las prioridades que se establezcan y en algunos casos ayudas extraordinarias de parte de la comunidad, dirigida a familias con problemas que necesitan solución inmediata. Somos conscientes de que no es suficiente, y siempre está en nuestro corazón la inconformidad al respecto. Tenemos algunos proyectos en el corto plazo, con el fin de proyectarnos a la comunidad o prójimo inmediato al lugar donde está ubicada la Iglesia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario