domingo, 21 de junio de 2020

Dos Destinos Mateo 13:24-30


INTRODUCCION:

Esta parábola corrige la idea de que hay un grupo selecto escogido por Dios para entrar al Reino de Los Cielos. Aunque tiene mucho que ver con el presente, su mensaje apunta indudablemente hacia el futuro. Hay dos destinos en la parábola. Uno para el trigo y el otro para la cizaña. Todo depende de cómo se hace el viaje.

El tema es: Jesús, el que conoce el final del viaje, es el que dice cómo debo hacerlo.

Exegesis:

Esta parábola, nos acerca una vez más al mundo del campo de la palestina de Jesús. La cizaña era una de las principales pesadillas del agricultor hebreo. Se trataba de una planta muy parecida al trigo. Dentro del grano de la cizaña crecía un hongo altamente venenoso. Si el grano de trigo se infecta con el grano de la cizaña, la harina de trigo producto de la cosecha producía parálisis respiratoria y luego la muerte.

En las sepulturas de la dinastía real egipcia (5000 AC), se han encontrado granos venenosos de cizaña mezclados con los de trigo. De manera que el fenómeno era muy frecuente y usual. Los campesinos hebreos con el fin de aliviar la situación arrancaban la cizaña cuando el cultivo alcanzaba 30 centímetros de altura. Si se dejaba crecer más la cizaña era imposible arrancarla debido a que las raíces se entrelazaban. En la siega, entonces era que se separaban los granos. La cizaña luego se ataba en manojos para utilizarla como combustible debido a que en Palestina escaseaba la leña. También se hacía comida para gallinas ya que a estas no les afectaba el veneno. La imagen era muy familiar para los judíos.

¿Porque conto Jesús esta parábola? ¿A quién iba dirigida?

La mayoría de los comentaristas, creen que esta parábola iba dirigida a los discípulos. ¿Por qué?

En el judaísmo existía la idea de lo que se ha llamado el “resto santo”. Para entender esto vayamos a algunos textos del antiguo testamento: 

1 Reyes 19:18
 
Pero debes saber que siete mil personas no se arrodillaron delante de Baal ni lo besaron; a ellos yo los voy a dejar con vida.

Isaías 37:22

Porque de Jerusalén saldrá un remanente, y del monte de Sion los que se salven. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.

El profeta Isaías fue el primer gran teólogo de la idea del remanente. Esta se trataba de la creencia en un grupo especial formado por los creyentes, por los justos que perdurarían en el pueblo de Israel hasta que viniera el mesías. El problema ahora era que los fariseos creían ser ese remanente y por eso no querían saber nada de los pecadores. Lo mismo ocurría con los esenios quienes para no contaminarse con los habitantes de Jerusalén (La llamaban: El santuario contaminado) decidieron aislarse en una comunidad apartada. La idea del remanente estaba en todos los judíos de la época de Jesús. 

Sin embargo, la predicación y el comportamiento de Jesús chocaban contra esta idea. Los discípulos se preguntaban. ¿Porque Jesús acoge a los pecadores y come con ellos? ¿Por qué se contamina con la muchedumbre caída? ¿Por qué le declara la guerra a los fariseos? ¿Acaso no son ellos el remanente? ¿Cómo es que entre sus propios seguidores hay pecadores? ¿Cómo puede el mesías tolerar esta situación? Todavía quedan muchos malvados en Israel. ¿Cómo es posible que el Reino de Dios haya llegado? ¿Por qué no elige de una vez al remanente? 

La parábola del trigo y la cizaña la respuesta de Jesus a todas estas preguntas. Es la explicación del maestro ante el asombro que produce su comportamiento. Jesús se opone radicalmente, en contra incluso de sus propios discípulos a establecer un remanente. ¿Por qué? Porque todavía no había llegado la hora, todavía no se había acabado el tiempo de la gracia divina.

Cuando llegue el tiempo, será el mismo Dios que separe la cizaña del trigo. Ahora no le es permitido a nadie decir quien pertenece al remanente y quién no. Jesús no vino a realizar el ideal exclusivista del remanente judío, sino a reunir a la comunidad de los salvos que estará formada por todos los pueblos de la tierra. Por todas aquellos discípulos que permanecerán fieles hasta el final. La característica principal del evangelio de Cristo es su universalidad, es para todo el mundo no para un reducido grupo de elegidos. De manera que, con esta parábola, Jesús quiere dar estímulo y animo a los discípulos para que sean pacientes y para que comprendan que los malvados y los justos tienen que convivir en este mundo hasta el día de su venida.

Resonancia:

El trigo se parece mucho a la cizaña

La cizaña se sigue sembrando hoy. Y hoy no es el diablo en persona. Hoy es el diablo que aprovechando nuestra vulnerabilidad siembra en nosotros y de manera muy sutil la inconformidad, el aburrimiento y el sin sentido con el evangelio. De tal manera que hemos llegado al extremo de acomodar la fe a nuestras conveniencias materiales.

La desviación de la fe del discípulo a la fe del cristiano exitoso y con dinero.
La publicidad que cuestiona nuestra forma de vivir y produce inconformidad que lleva al enfriamiento. (Compararnos con los demás).

Son bendiciones los malos actos que llevan a obtener posición y riquezas: Es válido el fraude, la mentira, el golpe bajo, la manipulación, atropellar a los demás. Todo se vale con tal de tener éxito y dinero.

El que más cizaña esparce es considerado el más inteligente y hábil para vivir la vida y los negocios.

La cizaña se contagia con mucha facilidad.

Si no te quieres en cizaña convertir y al final arder un verdadero discípulo debes ser.

¿Qué le dice esta parábola a la Iglesia?

Tres NO

I.               No seas Impaciente.

Lo Primero: Que seamos pacientes con los demás. Esta parábola es el mejor argumento que tenemos para enfrentarnos a todo tipo de intolerancia e intransigencia. Es la demostración que ofrece Jesús de que los fanatismos no conducen a ninguna parte. Es la prueba de que los fundamentalismos exclusivistas nunca fueron del agrado de Dios y que ninguna forma de inquisición religiosa puedes ser practicada en su nombre. 

Cuando se quiere arrancar el mal de raíz, de manera contundente y brutal lo que ocurre es que también se elimina la posibilidad del bien.

Si queremos ayudar a alguien a cambiar no puede ser intentándolo obligar.

Si quieres ayudar a alguien a cambiar ejemplo le debes dar.

Si quieres hasta el final llegar la paciencia debes cultivar.

Cuando se ha intentado acabar con la maldad humana mediante medidas drásticas, lo que se ha logrado es acabar con el pecador pero no con el pecado. (Inquisición).

La paciencia no solo debe ejercitarse en torno a los demás sino también hacia nosotros mismos.

Es posible que muchos de los que estamos aquí estemos aun recriminándonos por errores del pasado. Es posible que algunos todavía nos estemos acusando en lo más íntimo del corazón. Aunque el Señor nos perdonó aún seguimos condenándonos. La invitación es a confiar plenamente en el sacrificio de cristo. No estamos ya en una religión que exige sacrificios. Él se hizo sacrificio por nosotros. 

Lo segundo: Hay que ser constantes en la siembra. No obsesionarnos con los números. Hay que sembrar constantemente sin pensar en el fruto.

II.             No caigas en la tentación de Juzgar.

Nadie puede atribuirse el papel de juez. Cuantas veces se cae en el error de la acepción de personas. Cuando alguien no nos cae bien, cuando no la soportamos, Que fácil caemos en la tentación de colocarle en la frente la etiqueta de cizaña. Jesús dijo: No juzguen para que no sean juzgados. En el preciso instante en que juzgamos a otros empezamos nosotros a convertirnos en cizaña. Cuando se mira a los demás por encima del hombro con arrogancia se está adoptando la misma actitud del fariseo que oraba orgulloso frente al publicano que no se atrevía a levantar los ojos del piso. Quien pretende demostrar que es bueno comparándose con el pecado y las miserias de los demás escandaliza al Señor.

Nunca vamos a crecer como cristianos si nos miramos en el espejo de los demás.

El que se cree fiel y justo, acusando de injusticia a sus hermanos, no ha entendido el evangelio de Cristo.

Nadie puede separar el trigo de la cizaña, porque eso es algo que le corresponde solo a Dios. Nos está prohibido practicar la presunción y la arrogancia espiritual. El Señor no nos llama a ser jueces de nadie ni que estemos siempre sospechando de la conducta de los demás. 

La paciencia, la tolerancia y el respeto hacia los demás, aunque no se comparta su forma de vivir y aunque sepamos que viven en el pecado y el error, debe ser la actitud permanente de todo cristiano.

Si Dios es tolerante y paciente con todos los hombres. ¿Por qué nosotros no serlo?

¿Por qué el Señor Jesús es el único con derecho a juzgar? Porque El sembró la semilla y llevo en la cruz la maldad de todos los hombres.

De manera que quien no ha dado su vida por los demás no tiene derecho a juzgar.

III.           No te dejes Enredar.

La cizaña enreda al trigo por la raíz.

Si tenemos que convivir con la cizaña no podemos dejar que esta nos enrede.

Cuanto pecado nos coquetea diariamente.

Cuantas actitudes vemos en las personas que sutilmente se nos quieren pegar. A veces las palabras. Oímos a alguien decirlas mucho.

Cuantas veces el veneno que hay en los demás quiere introducirse en nuestro corazón.

El desafío del trigo es sacar el veneno de la cizaña.

Que el ejemplo del trigo sea el antídoto.

Solo el trigo que no esté enredado no va a ser quemado con la cizaña.

La pregunta es: ¿Cuantos de nosotros ya estamos enredados?

¿Cuántos de nosotros nos estamos enredando?

Si no te quieres con la cizaña enredar una vida recta debes llevar. Reflexionemos.

CONCLUSION:

La parábola del trigo y la cizaña recomienda paciencia, pero también vislumbra un horizonte de justicia divina. Todos aquellos que han servido de tropiezo y se han revolcado en el pecado serán atados en manojos y quemados en el fuego. La cizaña será pasto de las llamas. Los justos, el auténtico trigo, resplandecerá como el sol.

Seamos tolerantes con los demás y con nosotros mismos. Hagamos que la cizaña se convierta en trigo.

La invitación es a sacar el veneno del corazón, ese veneno que nos convierte en cizaña, a limpiarlo y así poder convertirnos en discípulos aptos para el Reino de Dios.

lunes, 15 de junio de 2020

Que es el Evangelio?. (Reflexion) Juan 14:27

Introduccion:

Como estamos enfrentando la crisis?. 

Que estamos predicando durante la crisis?

Que tipo de publicaciones replicamos?

Sea este el momento para revisar y repasar: Que es el evangelio.

Tres cosas

1.    La Noticia

Acerca de lo que Dios ha hecho por nosotros por amor

2. El Hecho

La cruz

3. El Camino

El que debo andar para llegar a la meta.

Resonancia

1. El miedo como argumento de nuestra evangelización.

Jesus nunca utilizo el miedo como argumento

Jesus habló de realidades y sus consecuencias

Jesus nunca utilizo hechos hipotéticos del futuro en sus mensajes

A pesar de las diferencias con sus oyentes siempre los respetó aún si rechazaban el mensaje.

Nadie que obedece por miedo es responsable.

2. Víctimas de nuestro propio invento 

Predicamos teniendo el miedo como argumento y ante las realidades que se nos plantean tenemos miedo. 

3. Porque actuamos como si estuvieramos indefensos?

Cuál es el afán por la chiva del fin del mundo?

El evangelio ante todo es un mensaje de amor.

El evangelio es para vivirlo de la misma manera sin importar las circunstancias.

El amor de un padre

La confíanza de un hijo

La seguridad de un destino

Conclusión:

No hay razón para el miedo.

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El que predica con el miedo como argumento termina con miedo frente a las realidades adversas de la vida.

Mateo El Sucio Marcos 2:13-17

Introducción: Una de las cosas más difíciles para el hombre es reconocer. Reconocer que esta equivocado, reconocer sus errores, reconocer ...