En días pasados, se acuso a Facebook por parte de algunos sacerdotes e inclusive pastores de incitar a sus usuarios al adulterio. Quiero decirles que no estoy de acuerdo con esa apreciación. No estoy de acuerdo porque no es cierta. La tecnología es amoral, la televisión es amoral, las cosas en general son amorales y en ese sentido lo que hay que analizar es el uso que se le da a la tecnología o a las cosas en general. Es cierto que en las redes sociales (No solo en Facebook), se propician relaciones, conocer gente, la comunicación, etc, sin embargo no se puede juzgar a estas redes por las debilidades, necesidades o la vulnerabilidad de los que las usan. El enfoque no es el correcto porque el problema del adulterio o de cualquier otro pecado no procede de las cosas o de las condiciones que faciliten su ocurrencia sino del estado del corazón del que las use. Un cristiano o cristiana que use una red social para conocer gente con fines de sexo, está mostrando el estado de su corazón y su falta absoluta de consagración a Dios. Antes que atacar a las redes sociales los líderes espirituales deberíamos tratar con el corazón de nuestras comunidades. Hablar al corazón de nuestras comunidades. Predicar y enseñar la Palabra de Dios tal como está escrita. Predicar el mensaje de la cruz, el mensaje de negarme a mí mismo, el mensaje de ya no vivo yo sino es Cristo quien vive en mi, predicar acerca de la necesidad de orar, de buscar a Dios y de una vida devocional diaria, invitar constantemente a la Iglesia a vivir una vida consagrada a Dios. Desafortunadamente la mayoría de los mensajes que hoy escuchamos en las Iglesias son sobre prosperidad, éxito, management espiritual, marketing espiritual, etc. Como podemos pretender entonces tener ovejas consagradas?. Pulpito bueno Iglesia buena, pulpito malo Iglesia mala, es decir, si hay buena enseñanza, buena predicación en la Iglesia tendremos una Iglesia sana y saludable, si tenemos una predicación mala o deficiente en la Iglesia tendremos una Iglesia mala o deficiente en su vida espiritual. Tal cual es el pulpito tal cual es la Iglesia. Creo que lo que hay que revisar es que estamos enseñando a las ovejas, como estamos guiándolos en su vida espiritual. Por último confrontarlos con su responsabilidad, compromiso y consagración a Dios.
Dios les bendiga
1 comentario:
Absolutamente cierto!! Mucho tiene que ver lo que realmente hay en el corazón y las intenciones de cada persona. Debemos hablar y ministrar los corazones en lugar de ser tan rudos y solo juzgar.
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