miércoles, 14 de febrero de 2024

La Iglesia y la Escritura

 Introducción

Hasta ahora hemos visto que Dios es el autor, Cristo es el tema principal y el testigo perfecto y el Espíritu Santo es quien da a conocer el gran proceso de la revelación.

La relación de la Iglesia y la Escritura ha de mirarse en dos escenarios: El ideal y el real. En el ideal, la Iglesia es la más maravillosa nueva creación de Dios, el nuevo pueblo de Jesús, la nueva humanidad que ama y sirve a Dios y al prójimo. En el real, la Iglesia es una multitud de cristianos pecadores, falibles, conflictivos, necios y superficiales que a menudo están lejos del ideal de Dios.

¿Cuál es la razón de esta brecha entre lo ideal y lo real? El desinterés por las escrituras. Hablamos mucho de ella, pero hacemos poco de lo que dice.

Aquí hay que entender dos cosas:

La primera: La palabra es el fundamento sobre la cual la iglesia esta construida. La segunda: La Iglesia es la que sostiene la verdad.

Veamos tres cosas:

I.             La Escritura sostiene a la Iglesia

Dios siempre sostiene lo que ha creado, y como él ha creado la Iglesia, la sostiene. Jesús dijo: “No solo de pan vivirá el hombre si no de toda palabra que sale de la boca de Dios”. (Mateo 4:4 y Dt 8:3). La misma verdad se aplica a la Iglesia ya que esta no puede crecer sin la palabra. Por eso la Iglesia necesita escuchar constantemente la palabra de Dios. Por esta razón la predicación es fundamental, indispensable, el culto que le rendimos a Dios es la respuesta a la palabra oída en el culto.

Dios habla por su palabra y la Iglesia responde a ella mediante la confesión, la fe, la alabanza y la adoración. La Iglesia solo madura y crece en Jesús cuando escucha, recibe, asimila y obedece la palabra.

¿Cuál es el gran problema?

Lo describe Jesús en Mateo 13:14-15

 De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo:

De oído oiréis, y no entenderéis;

Y viendo veréis, y no percibiréis.

 

15 porque el corazón de este pueblo se ha engrosado,

Y con los oídos oyen pesadamente,

Y han cerrado sus ojos;

Para que no vean con los ojos,

Y oigan con los oídos,

Y con el corazón entiendan,

Y se conviertan,

Y yo los sane.

 

Aparentemente el pueblo de la época de Jesús era el pueblo de la palabra, sin embargo, sus vivencias decían lo contrario.

 

El texto se resume en lo siguiente:

 

Oyen y no entienden, ven y están ciegos, por lo tanto, sus corazones no se convierten y no reciben sanidad.

 

Resonancia:

 

¿Es nuestra situación?

 

¿Cuál es nuestra respuesta a la palabra?

 

La falta de respuesta a la palabra se traduce en fallas éticas y morales. Se traduce en pecado.

Si oímos y entendemos, vemos y si vemos, el resultado es un caminar de acuerdo a la palabra.

Para ser sostenidos por la palabra es necesario oír, entender y actuar de acuerdo a ella.

Para ser sostenidos por la palabra hay que ver y entender los tiempos. La Iglesia de hoy solo ve lo que tiene frente a sus narices y no se da cuenta del mal que la acecha.

¿Cómo puede prepararse la Iglesia para los desafíos que vienen si no sabe cuales son?

Por ejemplo: El globalismo y su pretensión de instaurar un gobierno mundial lo que quizás sea la antesala a la venida del anticristo.

II.            La Escritura guía a la Iglesia

Los cristianos somos peregrinos en el camino hacia el cielo. Estamos de paso por una tierra árida, desolada, hostil y oscura. Necesitamos dirección para el camino y Dios la ha proporcionado. Salmos 119:105 dice: “Tu palabra es una lampara a mis pies, es una luz en mi sendero”.

¿Cuál es la dificultad?: Su interpretación

Las escrituras no nos dan respuestas especificas a los problemas complejos de la vida. Pare entender y comprender el texto bíblico y aplicarlo correctamente se necesita esfuerzo. Se requiere oración, diligencia y comunión con los demás.

Este fue el mas grande problema que tuvo que enfrentar Jesús.

Se puede decir que los judíos de la época de Jesús lo crucificaron por no interpretar las escrituras de manera correcta.

¿Sera que nosotros hemos crucificado a varios por lo mismo?

Resonancia:

Algunos consejos

-       No interprete la Escritura de manera literal. El ojo y la mano. Mateo 18:8-9

“Por tanto, si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el fuego eterno. y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego”.

Un ejemplo

Hombre que se cortó los testículos dice que lo hizo porque no quería serle infiel a su esposa - Archivo Digital de Noticias de Colombia y el Mundo desde 1.990 - eltiempo.com

-       El papel del Espíritu Santo: Escudriña, pone en evidencia lo encontrado, nos guía a enseñarla y transforma nuestra mente carnal a la mente de Cristo.

-       Entienda que en la Escritura hay mandamientos temporales y eternos

Por ejemplo, no comer ciertas comidas.

-       Hay que indagar sobre la cultura

Ejemplo: Las mujeres no deben cortarse el pelo.

-       Es necesario conocer algo del idioma

Lo que significa en la traducción al español puede que no sea lo mismo que el original.

-       Las personas que escucharon el mensaje por primera vez vivían en contextos diferentes al nuestro

Hay que viajar en el tiempo

Algunos dirán: Eso es muy difícil para mí. Hoy existen muchas herramientas y recursos.

Otros dirán: Eso se lo dejamos al pastor y los predicadores. No. ES para todos. Ejemplo: Los cristianos de Berea. Hechos 17:10.12

Se puede acercar a mi y yo le oriento con mucho gusto.

III.          La Escritura reforma a la Iglesia

Lamentablemente en cada época la Iglesia se ha desviado en algún aspecto de la verdad de Dios y de sus normas de conducta. La historia de la Iglesia es una historia dulce y amarga. En la que el hecho mas destacado es la infinita paciencia de Dios para con su pueblo. Entonces si la Iglesia está en constante desviación ¿Cómo se puede reformar? La respuesta es la palabra de Dios.

¿Cuál es la dificultad? La resistencia a ser reformado.

Hay un ejemplo típico en la Escritura y es el pueblo de Israel en tiempos de Jeremías.

Miremos que hizo este pueblo

Jeremías 2:13

“Porque dos males han hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua”.

Como puede ser un pueblo reformado y transformado si su fe es solo una confesión vacía.

Jeremías 18:4-6

“Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.

Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que, como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel”.

Resonancia

Con toda honestidad.

¿Cuántos de los que estamos aquí hemos dejado a Dios y estamos vacíos?

¿Cuántos de los que estamos aquí no hemos sido barro moldeable en las manos del Señor?

Conclusión

Tres cosas

La Escritura sostiene, guía y reforma

Para que te sostenga debes prestarle atención y oírla, entenderla para que cambie tu corazón

Para que te guie debes estudiarla diligentemente para que puedas aplicarla de manera correcta.

Para que te reforme debes dejar que la palabra haga el proceso de moldear tu vida.

Dios te bendiga

 

 

 

 

No hay comentarios:

Mateo El Sucio Marcos 2:13-17

Introducción: Una de las cosas más difíciles para el hombre es reconocer. Reconocer que esta equivocado, reconocer sus errores, reconocer ...