miércoles, 20 de abril de 2011

Las Ambivalencias Del Hombre Juan 18

Vamos a mirar el capitulo 18 desde la perspectiva de lo que sucede con los hombres o personajes que aparecen en el pasaje. Jesús había insistido horas antes de su arresto en que los discípulos oraran. La oración no solo permite que nos acerquemos a Dios sino que también permite que entendamos sus planes y propósitos, los cuales El comunica cuando estamos en su presencia. Los discípulos duermen en vez de orar. Se dejan vencer por el cansancio. Cuando llega la hora del arresto, Pedro desenvaina su espada y hiere a Malco. Reacción carnal ante un hecho de connotaciones espirituales. Los planes de Dios cumpliéndose de acuerdo a lo previsto y este hombre no lo entiende. Cuando no oramos, cuando nos alejamos de la presencia de Dios, vamos a reaccionar humanamente ante las circunstancias de la vida. Si tenemos una dificultad lo que primero que vamos a hacer es recurrir a nuestros recursos, a nuestras relaciones, a nuestro conocimiento y otras cosas más. Luego de haber agotado todo lo que tenemos a la mano entonces es que recurrimos a Dios. La tendencia del hombre es esa. Siempre queremos resolver las cosas a nuestra manera. Velad y orad para que no entréis en tentación. En la tentación de dejar a Dios de ultimo cuando debe ser El primero a quien debemos recurrir. Luego se dan los hechos que llevan a Pedro a negar a Jesús. Pedro contradice al Señor y en su terquedad y orgullo va derecho a la caída. No contradigamos al Señor y su Palabra porque nos espera lo mismo que a Pedro. Aparece en escena Caifás quien no puede dominar su celo religioso motivado por conservar el poder. El poder sobre la gente. Si había un celo por la ley pero también había un temor de ser desplazado. Valdría la pena preguntarnos lo siguiente: ¿Hasta dónde nos ha llevado el celo religioso?. ¿Hemos maltratado pueblo queriendo ser guardianes de la ley?, ¿Cuánta gente herida por el celo religioso errado?. Les coloco un ejemplo. Ha ocurrido que un hermano comete un error y el pastor o líderes se enteran al igual que la Iglesia. En vez de hablar con el hermano, el sermón del domingo se lo dedican a esa persona. No mencionan su nombre pero todos saben quién es. Que error y qué barbaridad. Hace unos días converse con un señor que hace 40 años fue bautizado en una Iglesia cristiana teniendo 16. Hizo algo que no debía, pero tampoco era grave. Sin embrago pudo más el celo malsano y le dedicaron el sermón del domingo. Desde ese día no va a una Iglesia cristiana ni quiere saber nada de ella. Todavía lo recuerda con dolor. Apenas estoy comenzando a tratar con él, esperemos a ver qué pasa. Aparece luego Pilatos, hombre que actúa por conveniencias políticas. Preguntémonos: ¿Hemos actuado en la Iglesia por conveniencia?, ¿Por obtener cargos?, Dios nos libre. Por último aparece la multitud. A esta se le pone a escoger entre Jesús y Barrabas. Jesús representa el amor, la paz, la amistad con Dios, el cambio de vida. Barrabas representa el asesinato, la violencia, el odio, la mentira y muchas cosas más. La gente escoge a Barrabas y prefiere todo lo que este representa a Jesús. Ante todo este panorama, Falta de comunión con Dios por parte de los discípulos, reacciones carnales, no tener en cuenta lo que Dios dice, celos religiosos, ambición de poder, manipulación de la gente, actuar por conveniencias políticas y una humanidad que nunca ha sabido escoger, ¿Cómo ha estado y está el mundo actual?, Jesús dice: “MI Reino no es de este mundo”, es decir todas esas actitudes que ustedes manejan, todas esas conductas que manifiestan son de este mundo. Para entender lo que quiero deben entender mi mundo, mi Reino y precisamente las leyes y normas que lo gobiernan son totalmente opuestas a lo que ustedes hacen y practican. Y remata el Señor: “El que es de la verdad oye mi voz”. ¿Qué voz estamos escuchando?. En otras palabras, comenzando desde los discípulos hasta llegar al pueblo todos estaban equivocados y ninguno entendía su misión y mucho menos el plan de Dios. Desafortunadamente lo mismo sucede hoy.

A la humanidad siempre la ha dañado su indecisión máxime cuando se trata de escoger entre Dios y el mundo, entre lo bueno y lo malo, entre la verdad y la mentira. La historia lo ha demostrado

Para reflexionar: ¿Cómo cristianos estamos actuando de acuerdo al mundo y su normas o de acuerdo a las leyes y normas del reino de Dios?.

Razón tenía el Señor cuando decía: No son del mundo como tampoco yo soy del mundo. No te pido que los quites del mundo sino que los guardes del mal. Lo anterior se refiere a conductas, comportamientos, estilos de vida. El cristiano no es del mundo porque no actúa de acuerdo a sus normas y preceptos.

¿En dónde estoy parado?, ¿En el mundo o en el Reino?

Reflexionemos en este capitulo. Hay mucho para meditar y orar.

Dios les bendiga

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