lunes, 15 de junio de 2020

Condescendiente Isaías 57:15


Introducción.

Que significa condescendencia? Que se adapta bajo ciertas condiciones. Esto es lo que este versículo intenta mostrarnos.

El Dios inmensurable, se encuentra con la fragilidad y la necesidad del hombre. Dios, como fiel creador, tiene un profundo interés por la obra de sus manos. No solo habita en las alturas, sino en los corazones de los humildes y contritos.

Este ofrecimiento tácito de Dios, se da en medio de algunas situaciones:

El pueblo se había alejado de Dios

Se habían apartado del camino del Señor.

Le habían perdido el respeto a Dios

Estaban siendo sordos ante la voz de Dios

En resumen, el pueblo había tomado las riendas de su destino dejando a Dios de lado.
El orgullo había dominado sus corazones.

Ante esto, Dios les dice en el versículo 14: Preparen el camino del Señor.

La respuesta está en el versículo 15: A Dios se le prepara el camino con un corazón contrito y humillado.

Es su oferta. No importa lo que hayas hecho, ni lo que estés haciendo. Estoy dispuesto a habitar contigo si te mantienes con un corazón contrito y humillado.

“Si un corazón contrito y humillado tienes, habitar con Dios puedes”.

Exegesis.

Así dice el alto y sublime: El que está en lo más alto. El que sostiene todo lo que hay.
El que habita la eternidad: El que permanece eterno. 

Cuyo nombre es el Santo: El Santo. 

Habito: Resido. Permanencia. Ese habitar produce descanso para el dueño de la casa. El hace un santuario, un tabernáculo donde habita con él. El santuario, el tabernáculo es el corazón del hombre.

Cuando el habita en el hombre lo eleva a las alturas con EL.

Su deseo es que sea para toda la eternidad. Su deseo es que le hombre permanezca allí con El por el resto de la eternidad.

Para que su gloria se vea

Para que eso suceda hay unas condiciones.

El habita con el que se considera polvo. Con el que no pierde la conciencia de que fue creado por Dios.

Algunas referencias: (103 en el AT)

Abraham. Génesis 18:27. Se considera polvo.

Éxodo 30:36. Polvo = La vida rendida, formada según el deseo de Dios y quebrantada para arder. Es el incienso que sube a la presencia del Señor.

Deuteronomio 9:21. Volver polvo los ídolos.

Job 10:9. Del polvo me diste forma.

Job 42:6. El arrepentimiento estaba asociado con el polvo. Con la tierra. Se echaban tierra. Recordar de donde salieron. Apocalipsis 18:19

Salmo 30:9. Te alabara el polvo?.

Salmo 103:14. Contexto. 

La razón por la que Dios perdona, sana, rescata del hoyo nuestra vida, nos bendice y tiene misericordia, nos rejuvenece, nos hace justicia, no le gusta estar en enemistad con nosotros, no nos ha pagado conforme a nuestros pecados y se compadece de nosotros es porque él conoce nuestra condición, se acuerda de que somos polvo.

Isaías 5:24. Su flor se desvanecerá como polvo.

Isaías 26:5. La humillo hasta el polvo.

Jesús se hizo polvo. Se auto demolió

Fil 2:1-11

En resumen: Dios baja para que nosotros podamos subir.

En este caso la humildad consiste, en la acción de trabajar continuamente para no olvidar el origen. En otras palabras, Dios les está diciendo: Ustedes, mi pueblo son creación mía, hechos de tierra. Ese es el antídoto para el orgullo. Cada vez que veas la tierra que pisas, piensa que de ahí vienes. Para poder habitar conmigo, trabaja todos los días en hacerte polvo. Es decir no tienes nada absolutamente de que creerte. Esa es la condición para habitar conmigo.

Si lo haces:

Te sostendré
Te daré fuerzas
Te daré salud
Te restaurare
Te daré crecimiento. Podrás meterte en aguas profundas.

Que tremenda oferta! Sin embargo su pueblo no la tuvo en cuenta y no la valoro.

Un pueblo que quiere representar y evidenciar a Dios, no puede desechar semejante oferta. Una oferta que en su benevolencia Dios está haciendo.

Jamás el pueblo de Dios podrá representarlo siendo superficial. El pueblo necesita profundidad y esa solo se encuentra compartido tabernáculo con El bajo sus términos.

Resonancia:

Creo que uno de los mayores desafíos de la humanidad hoy es no olvidar de donde salió. Fácilmente nos olvidamos de que fuimos creados de un puñado de barro. . El Filósofo e historiador judío Yuval Noah Harari en su libro Homo Sapiens dice que los logros del hombre le han hecho creer que está cerca de llegar a ser dioses, y partiendo de la teoría de la evolución lo define como el paso de animales a dioses.

Podríamos pensar entonces, que los logros del hombre, se convierten hoy en día en su mayor obstáculo para recordar sus orígenes. Y si eso es así, entonces los logros se convierten en el mayor obstáculo para la convivencia con Dios.

Aquí hay una primera pregunta: Mis logros o éxitos personales están siendo obstáculos para poder habitar con Dios?

A partir de esta pregunta, podemos reflexionar en tres palabras.

I.                Verdad

Preguntémonos:

Cuál es mi verdad respecto a mi relación con Dios, hoy?.

Estoy lejos de Dios aunque este cerca de la Iglesia?.

Me he apartado de los caminos del Señor aunque no me he apartado de la Iglesia?.

Le he perdido el respeto a Dios?

Estoy siendo sordos ante la voz de Dios?

He tomado las riendas de mi destino dejando a Dios de lado?.

El orgullo ha dominado mi corazón?

Si es así, entonces he olvidado de donde salí. Me he olvidado que debo considerarme tierra y trabajar para seguir siendo tierra. Me he olvidado de que soy polvo y debo seguir trabajando para no olvidarme de que soy polvo.

II.              Vuelta

Como doy la vuelta?.

Que tengo que hacer para recordar que soy polvo?

Reconocer.

Mis orígenes: El barro, la tierra, el polvo.

Reconocer mi lugar. Dios está por encima. 

Recordar que El en su benevolencia ha bajado para que yo pueda subir y no que Él ha bajado para que yo esté más arriba que Él.

Arrepentirme de mi soberbia y de mi orgullo.

III.            Vivencia

Pensemos en la delicia que es compartir habitación con Dios.

Cuanta profundidad podríamos alcanzar en la vida espiritual si solo entendiéramos los beneficios de no olvidarnos de que somos polvo y de trabajar cada día para seguir siendo polvo.

Seriamos dignos representantes de El en esta tierra.

Pensemos en lo que  nos estamos perdiendo por nuestro estúpido orgullo.

Pensemos en lo que nos estamos perdiendo por seguir el ejemplo de Adán y ser discípulos de la Iglesia de la hoja de parra. A Adán le importo más lo que se veía que lo que nos e veía. Le importo más la apariencia que el mismo hecho de su pecado.

Dejemos las apariencias y comencemos con la vivencia.

Que privilegio es, tener audiencia permanente con el rey del Universo.

La oferta de Dios esta vigente.

Caristio nos dio el ejemplo.

Conclusión:

El fariseo por muchos logros que tenía, no logro nada con Dios. Los escribas y sacerdotes a pesar de su gran conocimiento no lograron nada con Dios. El hipócrita religioso que cumplía con todas las normas que lo hacían ver en apariencia espiritual y santo no logro nada con Dios. Solo aquellos que por circunstancias de la vida estaban hechos polvo y se consideraban polvo lograron la atención del Jesús. El pobre y humilde de espíritu  que clamó por misericordia, por perdón, por  provisión  y sustento.

Sano al leproso, al paralitico, resucito al hijo de la viuda, sano al hijo de un militar, le dio la vista a Bartimeo.

Ninguno de ellos se consideraba digno de recibir nada de Dios y lo recibieron. Hoy nosotros competimos para ser dignos de recibir la bendición de Dios.

Meditemos: ¿Cuál es nuestra realidad?. Polvo eres y en polvo te convertirás.

Que más privilegio para el polvo que convivir con su creador. Dios es condescendiente con su creación a pesar de que esta le dé la espalda.

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