sábado, 31 de julio de 2010

¿De Dónde Salió Tanta Complicación?


Al observar el entorno de la Iglesia en los últimos 23 años (Tiempo que llevo con el Señor), he notado, que de una u otra forma se le añaden al evangelio o a la práctica de la vida cristiana, conceptos, practicas, ritos, estrategias, modelos, etc, que no hacen sino complicar el ejercicio de la fe para aquellos que estamos leyendo o escuchando todas estas cosas. Cuando comencé en la vida cristiana era el legalismo, el cual se podría definir como la lista de prohibiciones que uno se encontraba en las Iglesias, entre otras, “No puedes vestirte con tal prenda, no puedes ir a cine, no puedes ir a un cumpleaños así sea de un familiar, etc. Con el paso de los años esto ha ido desapareciendo, aunque aún subsisten algunas denominaciones que conservan el legalismo como parte de su práctica cristiana. De un tiempo para acá lo que ha ido apareciendo son las formas. Hay para todo los gustos. No sé cuantos modelos de evangelización (Todos se autoproclaman los mejores y revelados), diversas estrategias de guerra espiritual que según dicen son primordiales y necesarias para enfrentar al diablo y añaden: “Hay que conocer al enemigo para poder derrotarlo”, ¿Tengo que conocer al enemigo?, me pregunto. Ni que decir, del movimiento de la profecía, que dice que todos somos profetas y que lo que ha traído es desorden a muchas Iglesia. Así podríamos escribir muchas hojas y no terminaríamos en varios días. ¿Adonde quiero llegar?: Todas estos movimientos mencionados, solo son cosas añadidas que lo que han hecho es complicar la práctica de la fe y en muchos casos han hecho ver que el evangelio es difícil y complicado, que solo algunos privilegiados pueden tener el conocimiento completo, que los que se dedican a estudiar las jerarquías demoniacas son los únicos que pueden vencer al diablo, etc. Siendo sincero con ustedes mis hermanos,  les puedo decir con toda certeza lo siguiente: “Ningún modelo es indispensable, único y la revelación ultima de Dios, nada de esto se necesita para ser un buen cristiano. No tengo que conocer al diablo, ni sus estrategias, ni sus jerarquías para vencerlo, por la sencilla razón que ya esa pelea el la tuvo con Cristo en la cruz del calvario y perdió. No necesito de la profecia porque puedo ir al trono de la gracia y mi Dios me habla directamente”. Todas estas cosas que he mencionado lo que hacen es distraernos del que debería ser nuestro único y principal propósito: “Una relación intima y personal con nuestro Padre celestial”. En estos días he tenido que reflexionar y me he dado cuenta que lo que Dios anhela es que que yo vaya a su encuentro, que hable con El, que disfrute de su presencia, que experimente su amor de Padre, allí en la intimidad el quiere hablar a mi corazón, corregirme y decirme cuanto me ama”. La esencia de la vida cristiana y del evangelio mismo es que tú y yo podamos tener una relación intima y personal con Dios. La Biblia dice: “Yo soy el pastor y ustedes mis ovejas. Mis ovejas oyen mi voz y me siguen, Yo voy delante de ellas, a cada una llamo por nombre, a cada una hablo al corazón”. “Yo soy la Vid y ustedes los pámpanos, separados de mi nada pueden hacer”: El Padre me los dio, El me dio a mis ovejas y nadie las arrebatara de mi mano”. “Yo, Jesús vine para dar vida y vida en abundancia”. Sigamos el ejemplo del apóstol Juan cuando se recostó en el pecho del Señor, comencemos a disfrutar de la comunión con Cristo. En cuanto al diablo, la Biblia no dice que debo conocer sus estrategias para derrotarlo, la Biblia dice: “Sométanse a  Dios, resistan al diablo y saldrá corriendo”. La invitación es: “Entra en tu aposento y cierra la puerta y ora a tu Padre en lo secreto, que tu Padre que ve en lo secreto te recompensara en público”. Mi oración es: Padre quiero disfrutar de tu compañía, de tu presencia, de tu amor. Padre fortalece mi vida para seguir siendo fiel hasta el final. Jesús ayúdame a conocerte cada día mas, que en mi vida no haya lugar a las distracciones, quiero tener mi mirada puesta en ti. Amarte Señor es mi meta diaria, estar contigo es mi deseo permanente.
Dios les bendiga

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