jueves, 15 de febrero de 2024

El Antidoto (Desarrollando un hablar sabio) Santiago 3:13-18

 INTRODUCCION:

En este pasaje, el apóstol comienza hablando sobre el daño que puede hacer aquel que habla con jactancia y siendo más específicos, se refiere a los que se creen maestros o más sabios, sin embargo, el aprovecha un problema o situación particular que se está presentando en la iglesia para exponer una enseñanza de tipo general. Reflexionando un poco sobre el tema de la jactancia, podríamos decir que hoy en día esto es más que común. A diario nos encontramos con personas que alardean con jactancia hasta de la bendición que han recibido de Dios (Muchas veces hasta sin darse cuenta), se jactan de lo material, de los logros académicos, de su espiritualidad, de su prestigio, posición e inclusive hasta de su teología. En lo general el apóstol, diserta sobre cómo debe hablar un cristiano y una de las lecciones principales que deja este capítulo es la de ser autocríticos en cuanto a hablar se refiere. Hay una pregunta que surge del texto y que podría ser un indicador. ¿Provocamos malestar en los demás cuando hablamos? Hablar como corresponde no es manejar un lenguaje cristiano. Stg 1:19: Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; es el mismo contexto de Stg 3. El pasaje responde a la pregunta: ¿Cómo habla el verdadero cristiano? Y la respuesta es con sabiduría y humildad.

EXEGESIS:

A hablar con sabiduría                     

Como es que habla el verdadero sabio. En otras palabras, la solución está en hablar con sabiduría. Nadie puede domar la lengua, Dios sí. (Mt 12:34-35, Mt 23:36). Cuando la vida interior está limpia y dominada por el E.S, el habla del cristiano puede ser disciplinada de manera que sea agradable a Dios. La lengua por indisciplinada que sea, esta enjaulada en la boca, y Dios puede dar gracia para cerrar la jaula cuando sea necesario.

- El sabio se conoce por su conducta sobria y mansa. El sabio no produce conflictos más bien los evita.

- El que dice ser sabio, pero siempre está compitiendo con los demás a ver quién es el mejor es un sabio de mentiras.

- La sabiduría que creemos tener y que produce jactancia y arrogancia, es falsa, proviene de nuestra inmadurez, es sinónimo de escasa espiritualidad y es aprovechada por el diablo para destruir.

- Donde hay competencia hay conflicto, murmuración, chisme. Todo por querer disminuir a los demás y sentirnos superiores.

- La verdadera sabiduría es:

- Dos rasgos internos

- Pura: Producto de un corazón arrepentido. Es sinceridad y transparencia al hablar. No hay nada oculto, ni dobles intenciones. Proverbios 8:6: Oíd, porque hablaré cosas excelentes, y abriré mis labios para cosas rectas.

- Pacífica: Se entiende como el estado interior del corazón del que habla. Si hay paz, tranquilidad, serenidad y sosiego en el corazón, la persona no va a tener problemas con lo que dice. Si en el corazón hay confusión, tormenta y turbación esa persona va a tener problemas con lo que dice.

- Cinco Externos

- Amable: El significado aquí es equidad. Habla de la justicia natural que debe tener el hombre. El habla del sabio no muestra preferencias de trato. El trato verbal e inclusive su tonalidad debe manifestar que su actitud es la misma para cualquiera que sea el prójimo que tenga enfrente.

- Condescendiente: Gentileza. El sabio se cuida de ofender y de dañar con sus palabras. Sabe decir las cosas, aunque estas confronten y exhorten a otros.

- Misericordiosa: El sabio cuando habla, tiene de antemano una comprensión de lo que está sucediendo con la persona que tiene enfrente, se pone en los zapatos de su interlocutor. Eso hace que hable de manera correcta.

- Sincera: Sin incertidumbre. El sabio comunica de tal forma que no hay dudas de lo que está diciendo. No hay ambigüedades en sus palabras. Es integro al hablar.

- Justa: Sin Hipocresía. Digo las cosas de acuerdo a lo que soy en mi corazón. Mis palabras reflejan lo que soy. No le muestro a mis hermanos y prójimo lo que no soy.

- Son 7 características la que distinguen al sabio.

- El resultado de la sabiduría es un hablar humilde.

- El apóstol define la manera de hablar haciendo una analogía con la definición de Pablo del fruto del Es. En otras palabras, la manera de hablar es un reflejo del fruto del ES en nuestra vida.

Resonancia: ¿Qué nos dice este texto a nosotros hoy?

El Reflejo

El que habla como no debe, el que usa la lengua para hablar mal, para maldecir y para calumniar está reflejando un problema interior Hay problemas y serios en su corazón, en otras palabras, es mundano.

El apóstol habla de dos cosas: Celos y ambición. Estos llevan a la arrogancia, la soberbia y la mentira.

Muchas veces podemos aparentar buenas intenciones en lo que decimos, pero en realidad la motivación es la soberbia, el querer ser más que el otro, el querer tener más poder que el otro, en ser más importante que otro. Esas motivaciones me llevan al orgullo que se manifiesta en querer imponerme a como dé lugar. La base de toda esta actitud es la mentira. Eso es muestra de total inmadurez. El apóstol vuelve a decir que esta actitud es totalmente diabólica por su origen en primer lugar y por sus efectos en segundo lugar (Iglesia). Daños devastadores.

            Contrastes

-       Transparencia vs Deshonestidad

En un mundo que se ha acostumbrado a mentir, a ser deshonesto, a no ser transparente, el llamado es a ser puros comenzando desde nuestra manera de hablar. ¿Qué tan sinceros y transparentes somos?

-       Tranquilidad vs Turbación

En un mundo donde hay turbación, confusión, violencia en los corazones, el llamado es a la serenidad, al sosiego, a la tranquilidad y a la paz en el corazón. Proverbios 15:4 La lengua apacible es árbol de vida; Mas la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu.

-       Adulación vs Amabilidad

En un mundo acostumbrado a la adulación, a sobar chaqueta, a la lambonería para conseguir de otras personas lo que se quiere y acostumbrado a tratar mal a aquellos de los cuales no podemos tener beneficios, el llamado es a ser amables, equitativos.

-       Ofensa vs Gentileza

En un mundo donde la costumbre es ofender y maltratar con las palabras es frecuente y entre más daños se haga con la lengua es mejor, el llamado es a ser gentiles, a cuidarnos de ofender, a ser delicados y a aprender a comunicar para construir. Con razón lo decía Salomón, en Proverbios 12:18 Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; Mas la lengua de los sabios es medicina.

-       Jactancia vs Empatía

En un mundo donde la jactancia es común y donde juzgamos y condenamos tan fácilmente como comer, el llamado es a ser misericordiosos, a comprender las complejidades del ser humano, a ponernos en los zapatos del otro.

En un mundo lleno de apariencias e hipocresía, el llamado es a mostrarnos tal como somos, a no hablar para sostener apariencias sino a hablar para mostrar realidades.

En este último punto: ¿Por qué no nos mostramos tal como somos? Por temor a lo que digan de nosotros. Porque no hay una iglesia madura que nos ayude sino una iglesia inmadura que nos condena.

CONCLUSION:

Termino con una historia publicada en un número de selecciones:

Cuenta que una mujer se quejó con su vecino por el mal servicio que le habían dado en una farmacia cercana, pensando en que él transmitiría su mensaje al dueño de la farmacia. La siguiente ocasión en que la mujer pasó a la farmacia, el dueño la saludó calurosamente, y le expresó lo mucho que agradecía su preferencia y de inmediato le despacho la receta. El hombre dijo, además, que, si él podía hacer algo por su familia, ella sólo debía llamarlo, aunque no fuera en horas hábiles. La mujer comentó con el vecino como le habían atendido de bien esta vez, diciéndole: “Gracias por decirle al señor de la farmacia lo insatisfecha que estaba con el servicio ¡Funcionó muy bien!” “Bueno – respondió su vecino – en realidad yo no hice eso” aclaró al momento su amigo, “en vez de ello, le dije que había quedado usted muy impresionada con la forma en que él había desarrollado su negocio, y que a usted le parecía que la suya era una de las farmacias que mejor atención tenia de todas las que había conocido”.

 

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